“LA CARNE DE CERDO, PROTAGONISTA INDISCUTIBLE DE LAS MESAS ESPAÑOLAS”
España es uno de los países con mayor tradición en la elaboración y consumo de la carne de cerdo y sus elaborados, no en vano -y tal y como dice el refrán- ‘del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares’, ofreciendo una gran diversidad de productos con beneficiosas características nutricionales, que los hacen ocupar un lugar privilegiado en las mesas españolas. Desde los años 60 el consumo de carne en España ha experimentado un importante aumento influenciado por las significativas trasformaciones económicas, demográficas y socioculturales, que han implicado considerables modificaciones en la estructura de la dieta y del consumo alimentario de los españoles, hasta el punto de que hoy la carne de cerdo es la más consumida en nuestro país. Solo en el último año el consumo en el hogar de carnes transformadas, en su inmensa mayoría basadas en carne de cerdo, superó las 500.000 toneladas, lo que supuso un incremento en volumen del 1,5% respecto al año anterior. Pero si además tenemos en cuenta el gasto, el comportamiento es aún más positivo ya que ha crecido más de un 2,7% respecto al año anterior, alcanzando los 4,5 millones de euros. Por tipos de productos, las preferencias del consumidor español están encabezadas por los jamones en términos de valor (copando el 30% del valor de los productos cárnicos comercializados) y por los fiambres cocidos en términos de volumen, que suponen más del 16%. A estos datos habría que añadir el canal de hostelería y restauración, donde sin duda el jamón serrano y los cocidos y curados ocupan un papel determinante. El sector porcino aporta el 43% del consumo cárnico total de España y el 48% del gasto total en carne de los españoles. Esto se traduce en que el porcino de capa blanca ha sabido satisfacer los valores que el consumidor demanda: salud, sostenibilidad, innovación y calidad. El consumidor español reconoce el exigente modelo de producción del sector porcino, que le ha llevado a contar con los más altos estándares en calidad y seguridad alimentaria. Asimismo, a una exigente normativa y control, se suma un sistema de trazabilidad de la granja a la mesa que es un ejemplo mundial y que asegura que cualquier producto cárnico que llega al consumidor lo hace con garantías sanitarias de primer nivel. Eso no solo lo sabe el consumidor español, lo saben los más de 130 mercados internacionales en los que está presente la carne de cerdo español, donde valoran de manera prioritaria todos estos aspectos, que seguirán siendo la clave para seguir conquistando los paladares de todo el mundo.