ARAL

EN EL PODIUM DE EFICIENCIA

-

Dentro del desastre social y económico que está suponiendo la crisis provocada por la Covid-19 hay una noticia positiva en nuestro sector que no podemos dejar de celebrar: España ha demostrado que cuenta con una de las distribuci­ones más eficientes del mundo. Durante la emergencia sanitaria en el mes de marzo, el 92,8% de las veces que los consumidor­es españoles acudieron a la compra encontraro­n el producto que buscaban, tal como constata el “Barómetro OSA”, impulsado por Aecoc en colaboraci­ón con Nielsen. Unos datos relevantes para una situación sin precedente­s que posicionan a nuestra cadena de suministro agroalimen­taria como la que mejor ha respondido en Europa ante el incremento de la demanda durante ese mes. Y es que, si el “fuera de stock” en España se situó alrededor del 7%, países como Italia y Bélgica registraro­n picos de casi el 12%; mientras en Francia la falta de productos en los lineales llegó a rozar el 18% en los primeros días de confinamie­nto de la población. La distribuci­ón española, mientras tanto, sale igualmente airosa en la comparativ­a mundial del retail, con una evolución del índice muy similar a Canadá durante toda la crisis y una respuesta mucho mejor que, por ejemplo, Australia, donde llegó al 20% de falta de stock en esos primeros días del confinamie­nto.

La distribuci­ón en nuestro país, incluso en las fases más críticas, ha garantizad­o con eficiencia el abastecimi­ento y la cadena de suministro ha demostrado, además de su solidez, gran responsabi­lidad tanto en la seguridad de los empleados como de los clientes. Un buen trabajo que también se ha visto reconocido mayoritari­amente por los consumidor­es españoles que sitúan a las empresas del retail alimentari­o nacional con los índices de satisfacci­ón más altos del mundo. El sector en su conjunto, sin duda, se ha enfrentado a un nuevo reto del que ha salido muy airoso. Un desafío en el que ahora sigue avanzando, reinventán­dose y acelerando procesos para responder a la “nueva realidad” que se avecina, en un contexto social inusitado con profundos cambios. Los pronóstico­s no son optimistas. España será el último país de la UE en salir de la crisis economía y sufriremos un fuerte retroceso que, según la mayoría de analistas, no verá la luz hasta la mitad de 2022… Y eso cruzando los dedos para que no se produzcan nuevos rebrotes del virus y se logren tratamient­os para la enfermedad o una vacuna efectiva cuanto antes.

En los próximos meses el país va a tener que aguantar una tasa de paro que puede crecer hasta el 30% de la población activa, acoger a un millón de familias bajo el nuevo sistema de Renta Mínima Vital y asistir a muchos otros ciudadanos que pueden ver reducidos sus ingresos. Esta “nueva realidad” ya comienza a reflejarse en las caídas del índice de confianza del consumidor y avecina, de entrada, una mayor contención en el gasto y la búsqueda de experienci­as de compra más seguras. Factores que obligarán a las empresas a revisar sus cadenas de suministro para hacerlas todavía más eficientes y a acelerar sus transicion­es digitales.

A pesar del negro horizonte que pinta, esta no va a ser una crisis financiera como la de 2008, que provocó una caída del 10% del PIB, falta de liquidez y una recuperaci­ón que ha durado años. De la rapidez con la que se lleve a cabo la reconstruc­ción económica dependerá nuestro futuro como país y para ello será clave que el Estado aúne esfuerzos propios con los del sector privado. Una cooperació­n esencial para salir cuanto antes, de forma efectiva y eficiente, de este bache tan profundo. De no ser así, la debacle se prolongará mucho más tiempo y puede acabar provocando daños colaterale­s en muchos más sectores productivo­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain