Ramón Sánchez-Ocaña. Claire Global:
empresas durante la pandemia. La crisis vivida en España en las últimas semanas ha suscitado una toma de conciencia de muchas compañías respecto a su dimensión social, la interiorización de su sentido de pertenencia a la sociedad y la necesidad de generar impacto positivo. De cara a la “nueva normalidad” el reto está en demostrar que esa respuesta solidaria es una apuesta integral hacia un nuevo compromiso con la sociedad. Así lo pone de manifiesto un informe elaborado por Canvas Estrategias Sostenibles, con la colaboración de Cristina Monge, socióloga y politóloga, asesora ejecutiva de Ecodes (Fundación Ecología y Desarrollo). “Estas semanas muchas compañías han sentido la necesidad de sentirse parte de la sociedad, implicarse en lo que estaba ocurriendo. Lo importante era ser capaces de hacer algo, de aportar valor. Ahora es el momento de consolidar ese ‘clima ético’ y que los valores de compromiso, solidaridad y cooperación que han emergido se anclen en el día a día de las organizaciones, consolidado una economía con propósito”, destaca Monge.
Las iniciativas más numerosas llevadas a cabo por las empresas estas semanas son las relativas a donaciones, ya sea en especie o económicas, que representan alrededor del 20% del total. Les siguen las relacionadas con el ajuste de costes, reducción o reajuste de actividad y lanzamiento o redefinición de servicios, que se sitúan en el 19%. A continuación están las relacionadas con el mantenimiento de la actividad y del empleo y el refuerzo de las medidas de salud, seguridad y bienestar, que superan el 12%. Asimismo, cabe destacar un 8% que persiguen la adaptación de la producción, los servicios o el personal a las nuevas necesidades. Por sectores de actividad, el informe destaca como el más activo al financiero, con un 20,6% del total de iniciativas. A cierta distancia le siguen las telecomunicaciones (12,1%), y muy próximo se sitúa el comercio minorista (11,3%), que ha promovido mayoritariamente donaciones y campañas de sensibilización.
“El coronavirus nos ha hecho sentirnos más vulnerables, más sociales, más humanos y mucho más interdependientes de lo que pensábamos. Sus efectos a nivel global están aún por determinar, y todos los actores de la sociedad civil, incluidas las empresas, se están replanteando su función en el nuevo escenario. El propio Parlamento Europeo ha hecho un llamamiento a su implicación necesaria en materia de derechos humanos y medio ambiente para prevenir y mitigar futuras crisis y garantizar cadenas de valor sostenibles. Sin duda, la ética de las organizaciones será determinante para el futuro de nuestras sociedades”, destaca Isabel López, socia fundadora de Canvas Estrategias Sostenibles. Como conclusión, en medio de esta situación tan insospechada al inicio de 2020, una lectura positiva para la distribución alimentaria llegaría con los datos de dunnhumby que reflejan la aprobación mayoritaria de los españoles sobre cómo está siendo manejada la pandemia por las distintas cadenas; y que alcanza unos niveles de satisfacción por parte de los consumidores de los más altos del mundo.