IMANOL ARIAS Hoy soy muy feliz
AImanol Arias se le pudo encontrar en los lugares más insospechados de Gibara, como un vecino más. Recibió cariño y lo devolvió agradecido: «Vengo con mucho retardo a esta ciudad, tenía que haber estado aquí hace tiempo. El tiempo es relativo: pasa lento para el que debe algo, muy rápido para el que tiene miedo, largo para el que tiene vergüenza, y muy corto para el que es feliz. Por tanto: este tiempo largo de no haber venido se me ha hecho muy corto porque hoy soy muy feliz».
PERO DIJO MÁS QUE ESO
«La nueva televisión deja de ser telenovela desde el momento en que lo que sucede se ve y no se cuenta. En la telenovela se cuenta, no se ven las cosas. Se ven apenas los viajes, no se ven los días. Siempre hay alguien que viene y dice: “Me han dicho… ha sucedido”, y esa es la telenovela: una versión fílmica casi radiofónica. Una buena telenovela, si uno cierra los ojos y la escucha, la entiende perfectamente, porque está hecha para escuchar. Los actores hablan continuamente, y llegan a decir cosas como “¡Te recuerdo que eres mi padre!”.
»(…) Viví la época del cine subvencionado. En un momento determinado algunos actores empezamos a salir a Latinoamérica. Yo representaba a un sistema de cine y tenía que hacer tres películas al año, porque estaban las subvenciones y no se podían desperdiciar. Lo confieso: llegué a hacer películas que no eran para mí, que no eran buenas o no sabía hacerlas, personajes que a lo mejor no me correspondían por edad incluso, porque había que salvar el poco dinero que se había sustraído para hacer las películas. Fue una época muy rica en películas y muy pobre en cuanto a discusión cinematográfica. Pero el cine español conquistó un estado a nivel europeo.
»(…) Las series cinematográficas más vistas en España siguen siendo las del propio país, por encima de cualquier serie norteamericana, pero con una diferencia estratosférica. Directores de cine cumplen etapas de su vida haciendo televisión. Tenemos ahora una generación que nos ha pasado por encima, es de una calidad brutal. Pero estamos con una mala financiación, porque nosotros castigamos a los políticos, y los políticos han terminado castigándonos a nosotros.
»(…) Las películas siguen demandando espectadores. Permítanme que le diga a la gente de Gibara que hay que empezar a ir al cine. Hemos visto un carnaval cinematográfico más que un festival. La gente debía ir al cine en toda la semana por lo menos un día o dos, hay que intentarlo, porque si no el festival tiene poco sentido».
made for me, either they were not good or I didn´t know how to do them, characters that probably did not even match my age because the money that had been withdrawn to make the movies had to be used. It was a time rich in movies and very poor as regards cinematographic debate. But Spanish cinema conquered a status at the European level.
“(…) the most seen cinema series in Spain are still their own, way above any other American series. Cinema directors go through stages of their life doing TV. Now we have a generation that has outdone us. They have an outstanding quality. But we are not doing well with financing because we punish the politicians and they have ended up punishing us.
“(…) Movies keep demanding spectators. I would like to tell the people in Gibara that they have to start going to the cinema again. We have seen a cinema carnival rather than a cinema festival. People should go to the cinema throughout the whole week, or at least one or two days. They should try to, otherwise the festival would not make any sense”.