Maricel Godoy y Vladimir Malakhov
EL ESPÍRITU DE LA DANZA
Por Rubén Rodríguez men, cuyas sesiones se realizan en el Teatro Eddy Suñol de esa ciudad nororiental.
La cita anual convoca a coreógrafos mayores de 18 años y bailarines entre esa edad y 35 años, cultores de la danza clásica, y confluencia: de escuelas, tendencias, neoclásica y contemporánea, y que estilos, géneros y modos de hacer en el compiten por tres grandes premios en coreografía cual concurren poéticas diversas y variadas e interpretación, así como el calidades interpretativas, en apuesta Grand Prix Vladimir Malakhov para la mejor constante por la calidad artística. compañía, el Premio del Público y el Sueño de Malakhov es ayudar Premio Paul Seaquist, que otorga ese empresario a jóvenes y talentosos artistas. internacional de ballet y que consiste Maricel Godoy quiere convertir en becas de estudio y especialización a Holguín en la ciudad de en prestigiosas compañías internacionales. la danza. Ambos alientan el
Sorteando cualquier reduccionista Concurso Vladimir Malakhovatlántico intensión de mecenazgo, el evento resulta Norte. Nada es lugar de aprendizaje, confrontación azar.
Nada es azar. Cuando el bailarín ucraniano Vladimir Malakhov conoció a la guantanamera Maricel Godoy, algo cambió en el orden universal de las cosas. Se juntaron voluntades y energías para alumbrar un gran proyecto: un concurso internacional de danza.
La revista Dance Magazine ha señalado a Malakhov como el mejor bailarín del mundo en cinco ocasiones. La Godoy ha sido nominada varias veces al Premio Nacional de Danza y dirige, hace veinticinco años, la compañía Codanza, ubicada entre las más importantes de su tipo en Cuba.
El triunfo llegó en virtud de su dedicación y exigencia. A la primera etapa, apegada a los cánones de la danza contemporánea, siguió otra caracterizada por la diversidad estilística y la pluralidad de poéticas. La tercera agregó lo lúdico y lo teatral al repertorio; de entonces data Año cero, su propuesta formal más ambiciosa. Fértil experimentación y búsqueda definen la etapa actual de la agrupación, devenida academia donde se forman artistas integrales.
La compañía se ha presentado en escenarios de América y Europa y ha recibido importantes lauros de la danza cubana, como el Premio Villanueva de la Crítica.
A pesar de las rupturas, Codanza mantiene su esencia: energía, goce, magia… Con ellas recibió a Vladimir Malakhov para que naciera el Concurso de Danza Vladimir Malakov-atlántico Norte, con sede en la nororiental provincia de Holguín, territorio de notable desarrollo cultural.
En 2014, la estrella del ballet mundial asumió el patrocinio del certamen y el hecho marcó un hito dentro de la historia de ese arte en Cuba, al dotar a jóvenes bailarines y coreógrafos cubanos y latinoamericanos de un nuevo espacio para la validación de la excelencia artística.
El concurso ha trascendido su loable propósito gestor de hacer visible la calidad danzaria en la porción centro-oriental cubana e incluso sus cotas regionales en Latinoamérica,para devenir festival internacional, cuya organización, rigor y capacidad de convocatoria se consolidan en cada edición.
Generar una plataforma que ofrezca nuevas propuestas de danza en Cuba e incentivar con su exigente competitividad el desarrollo de los jóvenes talentos de la Isla, son otras virtudes del exigente certa-