Arte por Excelencias

TRAYECTOS CULTURALES

- Thimo Pimentel

Desde septiembre de 2012, el arte furtivo aparece en los anales del arte nacional dominicano. Veintiún cilindros furtivos son colocados en diversos lugares emblemátic­os de la ciudad de Santo Domingo, en una acción orientada a celebrar los 500 años del inicio de la construcci­ón de la Catedral Santa María la Menor, primada de las Américas.

Nunca antes se había realizado en el arte nacional una acción semejante que, por sus éxitos, luego de presentar la exposición de las piezas y fotos en el Centro de la Imagen, causara tanto impacto y provocara que continuara­n las acciones furtivas sin interrupci­ón.

A la fecha y luego de seis años de acciones similares, más de quinientas cincuenta piezas en cerámica de autor han sido colocadas por todo el territorio nacional e inclusive en lugares remotos fuera de la isla, como Machu Picchu, la Pirámide del Sol en México, la Gran Muralla China, Nueva York, Buenos Aires, Lima, San Juan, Orlando y Miami en la Florida, Columbus, Ohio, Aspen, Colorado y hasta en Jaimanitas, La Habana: cuando esto se escribe existe una pieza sumergida y aún no encontrada en la residencia-taller del creador de Fusterland­ia.

El arte furtivo ha sido motivo de estudios más profundos. En el Boletín # 47 del Museo del Hombre Dominicano aparece un artículo de la acuciosa antropólog­a Pauline Kustald que resume en sus conclusion­es sus impresione­s sobre esta manifestac­ión de arte de nuestro tiempo:

«El fenómeno del arte furtivo es en realidad algo nuevo en República Dominicana. Es difícil definirlo, ya sea desde el punto de vista artístico o del antropológ­ico. A pesar de esto, el estudio de cómo interactúa­n las personas ante nuevas expresione­s cerámicas dentro de este “juego” es de gran utilidad para los arqueólogo­s y antropólog­os que estudiamos la introducci­ón de nuevos objetos dentro de grupos sociales de clase media/alta. Al mismo tiempo, nos da una idea del papel que pudo haber jugado el artesano con dotes artísticas en el pasado. Indudablem­ente que es de gran interés continuar observando el juego/ performanc­e del arte furtivo».

En sí, el arte furtivo persigue estimular la observació­n, para con ello ver

más y mejor, disfrutar lo que nos rodea, conocer y disfrutar el arte y la cultura, aprender en el camino historia, geografía, música, costumbres y promover un mejor conocimien­to de los tesoros de esta isla mágica de Quisqueya.

El arte furtivo es bien de salud, pues atenúa y hasta diluye las tensiones, aplacando o eliminando también las fobias y siempre aprendiend­o de los mitos y leyendas para conocer mejor nuestra identidad.

Cuando se pierde el miedo y se disfruta el entorno, se sale a buscar una pieza sin importar la hora o las condicione­s del tiempo, sin pensar en ver o tocar una iguana cercana, una culebra , una araña cacata… o simplement­e no importar que en la oscuridad de la noche se te aparezca la ciguapa con sus pies torcidos, un cemí, o que debas visitar un cementerio para encontrar un corazón herido que va a engrosar tu colección que crece.

El arte furtivo hace galas de la solidarida­d y la amistad y promueve la integració­n cuando anima a familias enteras a disfrutar de sus acciones, siempre con su marco ético de fairplay o juego limpio, una condición esencial que se trabaja en cada acción.

Esa integració­n familiar ha sido también uno de los puntos luminosos de este novedoso movimiento artístico, porque en épocas de alta tecnología no es fácil encontrar cómo unir a la familia en algo que a todos interese.

El disfrute y enseñanza del arte de manera inusual y fuera de las galerías ha hecho aún más popular este modelo, que ha renovado sobre todo en los más jóvenes el deseo de aprender a vivir de una manera diferente, entregándo­se a la naturaleza con tesoros que muchos no conocen o no saben ver ni apreciar, cultivando en el camino el interés por el coleccioni­smo de las obras de arte y la valoración de nuestros artistas visuales, sus maestros fallecidos, los poetas y sus músicos.

Ahora el arte furtivo organiza sus Trayectos Culturales, al introducir un nuevo elemento que persigue conocer más toda la isla. Recorren distancias no muy largas, pero llenas de elementos históricos, paisajes no conocidos; se disfruta de la gastronomí­a de cada zona, se visitan puntos de interés, se enseña a grandes y chicos la variedad de ofertas no conocidas, interactua­ndo con la gente, para entender que en el yucayeque pasas, casi sin advertirlo, de un clima frío de montaña a sus cálidas playas en cuestión de minutos.

El primero de estos trayectos culturales furtivos fue denominado Sur Corto. Incluyó una ruta de poco menos de doscientos kilómetros en dos etapas, con parada para disfrutar de un buen almuerzo al final de la primera ruta, que se interna en las frías montañas del noroeste y pasa por la presa de Jigüey, hasta llegar a San José de Ocoa.

La segunda parte finaliza en el club de playa de Puntarena de Los Corbanitos, zona árida semidesért­ica. La bella instalació­n marca el inicio de un desarrollo turístico ambicioso, parecido al popular Puntacana en el este.

El evento fue distinguid­o por la asistencia del ministro de Cultura, arquitecto Eduardo Selman; el presidente del Grupo Puntacana, Frank Rainieri; el director del Teatro Nacional, Erasmo Niní Cáffaro; y el director del Museo del Hombre Dominicano, arquitecto Cristian Martínez, quienes estuvieron en el acto final, entregaron los premios y escucharon las anécdotas de los participan­tes en la jornada.

Ahora la Fundación Igneri, Arte y Arqueologí­a organiza el Trayecto Cultural Furtivo Este Largo, a celebrarse el domingo 9 de diciembre sobre una ruta histórica que pasará por la bien cuidada Casa Fortín, actual Museo de Juan Ponce de León, y por la Cueva de Berna, Boca de Yuma, la Basílica y Museo de la Altagracia en Higüey, Verón, y Punta Cana, hasta llegar a Cabo Engaño, al extremo este de la isla.

Y como una muestra de amistad hacia Arte por Excelencia­s, ya anunciamos que, para las acciones del Trayecto Este Largo el próximo diciembre, serán colocadas dos piezas especiales: un guanín que bautizamos como Excelencia­s,y el Corazón Isel, dos piezas que de seguro serán atractivo especial para los coleccioni­stas.

El arte furtivo, con estos Trayectos Culturales, amplía su radio de acción y procura que tanto los viejos «adicthimos», como los nuevos interesado­s en esta novedosa manera de expresar arte y cultura, tengan ahora una motivación adicional que los obliga al estudio y manejo de las últimas tecnología­s de la comunicaci­ón para mantener las rutas y de alguna manera descifrar las pistas con sus celulares inteligent­es, sus geoposicio­nadores, sus drones…, en Facebook, Twitter, Instagram o utilizando Google para obtener informacio­nes que les permitan conocer mejor el Yucayeque, su geografía, su historia, sus paisajes diversos, sus modismos lingüístic­os y la interacció­n directa con la gente de lugares poco conocidos.

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Frank Rainieri, presidente del Grupo Puntacana, con Thimo Pimentel y el arquitecto Cristian Martínez, director del Museo del Hombre Dominicano.
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 ??  ?? Encontrado uno de los cilindros.
Encontrado uno de los cilindros.

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