POST IT: UN PUENTE HACIA LA CREACIÓN ARTÍSTICA
POST IT: A BRIDGE TO ARTISTIC CREATION
Los más jóvenes artistas de la plástica en Cuba ocupan el centro de la diana. Es que Post it, Concurso de Arte Contemporáneo encauza su brújula en esa dirección: a los artistas en ciernes, aquellos que desconocemos y que están labrando su propio camino en el arte. El certamen abre un abanico de posibilidades para el contexto artístico emergente entre 18 y 35 años de edad. La calidad curatorial y el rigor del jurado están garantizados.
En la quinta edición se presentaron 119 artistas de doce provincias del país y del municipio especial Isla de la Juventud. Un prestigioso jurado ―compuesto por Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Sección de Artes Plásticas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; Nahela Hechevarría, crítica de arte, curadora de Casa de las Américas y editora de la revista Arteamérica, Premio Guy Pérez de Cisneros de Crítica de Arte 2017; José Ángel Vincench, artista visual y profesor de la Universidad de las Artes; Octavio Irving, artista visual y profesor de la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro; y Sandra García Herrera, Elisa M. López y Miriam Pérez Casanellas, galeristas del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC)― fue el encargado de seleccionar veinticinco obras finalistas.
Las piezas fueron expuestas en la Galería Galiano entre el 5 de septiembre y el 26 de octubre, como parte de las actividades por los cuarenta años de creado el FCBC. Nuevamente las manifestaciones más representadas fueron la pintura, el dibujo y la fotografía. En lo pictórico resaltaron las piezas 30 de junio de 1962, de Leonardo Luis Roque; Contenidos, de Yasiel Álvarez, y El arrase, de Yohandris Suárez. Por lo impecable de la técnica se destacaron los dibujos sobre lienzo Nudo en la garganta, de Daniel Díaz, y Remade, de Jorge Dáger; y en el universo fotográfico impactaron Gemelos I y II, de Osmara Alberteris.
Solo tres artistas serán premiados. Ellos tendrán la posibilidad de una exposición personal ―que en muchos casos resulta la primera de sus carreras artísticas―, incluyendo el soporte promocional requerido. Los dos primeros obtendrán también, por concepto de producción de obras, 3 000 CUC y 1 500 CUC respectivamente. Presentarse es ya una ganancia, porque las obras finalistas seleccionadas estarán compiladas en un catálogo realizado por el sello editorial Collage Ediciones. El FCBC ha sido la entidad convocante del certamen, que surgió en 2013 y ahora retoma su carácter anual, posicionándose como escudo del arte emergente y redescubriendo el talento artístico de la Isla.
Transcurridas cinco ediciones desde Post it 1, quizás se pueda hablar de una generación Post it. De ser así, estaría integrada por Adislén Reyes, Alex Hernández, Lisandra Ramírez y otros ganadores de convocatorias anteriores, quienes han logrado posicionarse en circuitos de ferias internacionales. Lo cierto es que cada año va in crescendo el número de participantes desde diversos puntos del archipiélago. Será que, en el afán de reconocerse, los jóvenes artistas quieren medirse en el termómetro de un concurso múltiple y heterogéneo. The youngest plastic artists in Cuba occupy the center of the bull's-eye. It is that Post it, Contest of Contemporary Art, channels its compass in that direction: to in the making artists, those we do not know and who are working their own way in art. The contest opens a range of possibilities for the emerging artistic context between eighteen and thirty-five years of age. The curatorial quality and the rigor of the jury are guaranteed.
In the fifth edition, 119 artists from twelve provinces of the country and the special municipality from Youth Isle participated. A prestigious jury was responsible for selecting twenty-five finalist works.
The pieces were exhibited at Galiano Gallery between September 5 and October 26. Again the most represented manifestations were painting, drawing and photography. Each year the number of participants from different parts of the Island increases. It will be that in the eagerness to recognize themselves, the young artists want to measure themselves in the thermometer of a multiple and heterogeneous contest.