TEATRO D'DOS EN SUS TREINTA
Un largo e intenso recorrido ha colocado al grupo Teatro Ddos en el panorama escénico contemporáneo cubano desde que en marzo de 1990 quedara oficialmente fundado en la ciudad de Sancti Spíritus. Pero la historia, si vamos a ser rigurosos, comenzó antes de esa fecha y también estuvo marcada por senderos que dejaron huella en varios puntos del archipiélago nacional.
El punto cero de la trayectoria se ubica en la Ciudad Electronuclear de Cienfuegos, cuando en 1985 estudiantes recién graduados de la Escuela Nacional de Arte decidieron hacer teatro allí. Luego de otros tránsitos, llegarían a Sancti Spíritus, ciudad en la cual sus fundadores -Deisy Sánchez, Julio César Ramírez Ojito, Abel Domínguez y Rolando Fernández Quinteronombrarían al núcleo como Teatro Ddos, bajo el liderazgo de Ramírez Ojito. Pero el centro de la Isla era solo una estación de paso: retomarían el viaje a occidente para instalarse, de manera permanente, en Caimito del Guayabal, hasta que en 1997 saltaron a La Habana.
Fue Caimito, en la entonces provincia La Habana, el primer escenario donde el grupo no solo maduró su práctica teatral, sino que también fundó espacios de diálogo, talleres e intercambios con jóvenes teatristas. Allí el colectivo gestó su primer éxito, La casa vieja, de Abelardo Estorino, merecedora de varios premios a mediados de los noventa. En su trabajo tiene como base primaria al actor y su relación estrecha con el espectador, como un eje del cual se desprende el concepto de «teatro de dos»; la recurrencia al pequeño formato, a una disposición escénica de gran cercanía con el público, a un minimalismo en el conjunto escénico. El grupo ha levantado un repertorio propio a partir de reescrituras escénicas y dramatúrgicas de textos de autores cubanos y latinoamericanos.
En su larga bibliografía teatral se destacan montajes a obras de Abelardo Estorino -la trilogía Tres estaciones de
Estorino completó un acercamiento crítico a la obra del escritor—, de José Triana —en 1998 el grupo llevó a las tablas
La noche de los asesinos, luego de tres décadas de su estreno absoluto por Vicente Revuelta—, de Héctor Quintero —varias piezas de su autoría subieron en larga temporada a la sala Raquel Revuelta— o de autores jóvenes premiados como Agnieska Hernández o Yerandy Fleites, cuya Antígona se estrenó el pasaso mes de marzo. Autores latinoamericanos y de otras latitudes han encontrado espacio en su creación: La edad de la ciruela, del argentino Arístides Vargas, es una obra permanente en su reportorio y ha sido interpretada por diferentes actrices a lo largo del tiempo. Igualmente, Ramírez Ojito ha trabajado con materiales que no son puramente dramáticos, como la poesía de Federico García Lorca, de Excilia Saldaña o el poema escénico Últimos días de
una casa, de Dulce María Loynaz. El grupo, durante estos treinta años, ha indagado a través de una práctica escénica donde la obra dramática es un punto de partida clave para su creación, en el ser nacional y los disímiles conflictos en los cuales se siente atrapado en el presente, y ha revisitado críticamente su propio camino para poder trazar una estrategia hacia el futuro. Hoy, la reposición de obras de su repertorio histórico junto a estrenos de piezas contemporáneas de la dramaturgia cubana es un rasero por el cual puede medirse una ruta de trabajo en la cual las refundaciones han sido necesarias.
TEATRO DDOS IN ITS THIRTIES
A long and intense journey has positioned the Teatro Ddos group in the Cuban contemporary stage scene since it was officially founded in the city of Sancti Spíritus in March 1990. But the story, if we are to be accurate, began before that date and was also marked by trails that left their mark on various points of the national archipelago.
The starting point of the journey is located in the “Ciudad Electronuclear” of Cienfuegos, when in 1985 recently graduated students from the “Escuela Nacional de Arte” decided to do theater there. After other transits, they would reach Sancti Spíritus, a city in which the group founders -Deisy Sánchez, Julio César Ramírez Ojito, Abel Domínguez and Rolando Fernández Quintero- would name the core group as Teatro Ddos, under the leadership of Ramírez Ojito. But the center of the Island was only a way station: they would resume their journey to the west to settle permanently in Caimito del Guayabal, until in 1997 they came to Havana.