EL REGRESO DE BOTERO A MADRID
Tras un intercambio y vista para la prensa ha quedado inaugurada en el día de hoy la muestra "Botero. 60 años de pintura" que se podrá visitar en Centrocentro desde el 17 de septiembre y hasta el 7 de febrero 2021.
La presentación estuvo a cargo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-almeida, junto a la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy y la embajadora de Colombia en España, Carolina Barco. Asistieron además la comisaria de la exposición, Cristina Carrillo de Albornoz y Lina Botero, hija del artista.
Levy inició las intervenciones con mensajes de agradecimiento y ofreció detalles de la exhibición en la que es posible ver más de 60 piezas del artista colombiano, hecho que permite una vez más la unión entre ambos países y convierte a Madrid en una puerta para América Latina. De igual manera hizo referencia al hecho de que esta exposición inicia una nueva etapa en Centrocentro, lugar de grandes muestras de la mano de su nueva directora Julieta Sparzza.
Por su parte, Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de la exposición, agradeció al alcalde por su apuesta decidida por el arte y la cultura como eje y luz de Madrid y comentó como hace casi 70 años Botero realizó su sueño de venir a Europa para conocer los secretos de la pintura, anhelo que realizó gracias al Premio Nacional de pintura que ganó. Vino en barco y se enamoró de España.
Botero, quien encontró su voz propia, pues cada artista es y debe ser reflejo de su tiempo, ha expuesto en otras oportunidades en esta ciudad: en 1987 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó una muestra fantástica, más tarde, en 1994, se exhibieron sus esculturas monumentales en el Paseo de la Castellana, y en el 2000 él trajo su colección personal antes de donarla a Colombia. En esta ocasión se trata de la primera exposición retrospectiva que se le hace en años y va a permitir honrarlo como maestro que es.
"Botero. 60 años de pintura" viene en su totalidad de colecciones privadas y está estructurada en 7 secciones temáticas, las más importantes de su obra: Vida latinoamericana, Versiones, Naturaleza Muerta, Religión, La Corrida, Circo y Acuarela sobre lienzo; esta última resultado de un interesante estudio de la técnica de fresco, que estudió en Florencia.
La muestra fue pensada específicamente para este espacio, pero no se descarta la posibilidad de exponerla en otras ciudades.
Lina Botero intervino para agradecer a los que han hecho posible esta muestra, especialmente a Mario Vargas Llosa por dar a la exposición el texto sobre su padre quien no viajó a España por razones de prudencia, pero le emociona volver a este país.
Se supo, además, que el maestro revisó hasta el último detalle de la exposición, pues según declaró Lina, su padre sigue trabajando con el mismo vigor y emoción que siempre a sus 87 años, como lo muestran las acuarelas que empezó hace apenas un año y reflejan su continua experimentación y la emoción en sus obras.
A Botero, quien asegura que nunca pinta mujeres gordas, sino que pinta mujeres bellas, le interesa el volumen, la interacción de la redondez con la sensualidad y la belleza femenina, según explica Lina, quien además comenta que su padre admiraba el Quattrocento italiano: lo vio mucho en su tour europeo, y esa y otras pinturas históricas le permitieron aprender e interesarse por el volumen.
Durante el encuentro intervino también José Luis Martínez-almeida, quien aseveró refiriéndose a Botero que “el mundo perdió un gran torero, pero ganamos un gran pintor”. De igual manera afirmó que “la cultura es una de las señas de identidad de esta ciudad, y para nosotros era esencial que durante la pandemia se pudiera todavía respirar y vivir cultura“.
“Sabemos que es de Colombia, pero le sentimos un poquitín madrileño”- dijo y recordó con emoción la exposición de 1994 y la generosidad del maestro al dejar la escultura “Mujer en el Espejo” como muestra permanente en esta ciudad.
Instó a disfrutar los 60 años de Botero admirando las 67 obras que hoy se exponen y envió un mensaje al maestro con su hija:
“Madrid es profundamente boterista”.