Griffa “Mi homenaje llenó por primera vez el estadio...”

Griffa (7-5-1935) es leyenda del Atlético: 288 partidos, entre ellos el último del Metropolitano y el primero del Calderón. “Duele dejar tu casa, el afecto se acrecienta”.

➥

Ha llegado el día: hoy se despide el Atlético del Vicente Calderón, tras más de 50 años unidos...

—Esta situación ya la vivimos nosotros cuando pasamos del Metropolitano al nuevo estadio en el 66. Fue complicado, pero fue emocionante.

—Usted vivió el último partido del Metropolitano y el primero del Calderón. ¿Cómo recuerda aquel traslado?

—Había un afecto muy grande, pero pusimos de nuestra parte para ejecutar el Manzanares, en lo futbolístico y en lo económico. El equipo tuvo una relación profunda con ese cambio de casa. Era difícil, pasábamos de un estadio bueno, pero modesto, a uno que tenía un signo claramente mayor. Y lo viví especialmente en carne propia.

—Cuénteme...

—La primera vez que se llenó el Manzanares fue el día de mi homenaje, en 1967. Imagínate. Fue contra el Benfica de Eusebio, un equipazo, perdimos. Estaba increíble.

—¿Y del primer partido en el Calderón qué recuerda?

—Para empezar no logramos el resultado que esperábamos (1-1 con el Valencia). Había muchas sensaciones. Era extraño porque apenas habíamos visto nada antes. Sabíamos que estaba al lado del río, poco más. Nos pusimos a jugar, pero en el estadio faltaban cosas por hacer. Cuando nos dimos cuenta habíamos pasado a la historia. Y allí el Atlético ha tenido grandes jugadores y éxitos.

—¿Y qué opinaba la afición y la sociedad del cambio? —Creo que la gente quedó convencida del cambio. Era un proceso necesario, son las etapas de la vida para crecer. Cuando llega el momento de irse el afecto no se pierde, al revés, se acrecienta. Duele dejar la casa de uno, donde se han conseguido tantas cosas. —¿Hace mucho que no visita el Calderón?

—Hace bastante ya. Pero al Atlético sí lo sigo mucho. Tengo un grandísimo recuerdo de los jugadores, mis amigos, y de los colores que vestí. Los bastones rojos y blancos estuvieron pegados a mi piel muchos años y me acompañan siempre.

—Fueron 288 partidos oficiales en diez temporadas. Muchas historias de rojiblanco...

—Mira, Calleja es prácticamente mi hermano, igual que Rivilla. Jugamos 300 partidos juntos. Aprovecho para mandarles un fuerte abrazo. Y San Román era un gran arquero en toda su dimensión. Lo de Pechuga se lo dije yo, lo vi correr marcando pecho y se lo solté.

—Todavía se recuerdan los derbis de los 60...

—¡Ay! Le ganamos al Madrid dos finales de Copa en su propia casa, imagínate. Y era un equipazo, estaban Di Stéfano, Gento, Puskas... Di Stéfano al principio me odiaba, pero luego nos hicimos bastante amigos, defendiendo cada uno lo suyo. Éramos ganadores.

—¿Ese carácter es lo que ha recuperado Simeone?

—Este Atleti tiene ese carácter, sí, el que marcamos nosotros en nuestra época. Luis me dijo un día: “Jorge, nos enseñaste a ganar”. Es verdad que el carácter se transformó.

Recuerdos “Calleja y Rivilla son mis hermanos, aprovecho para mandar un abrazo”