¿A qué juega el Zaragoza?

Segunda derrota.

Prosigue el maleficio en Soria. Y ya dura desde el año 2000. Esta vez fue peor que la temporada pasada, porque la derrota deja al Zaragoza sexto, a cinco puntos del líder cuando sólo se han disputado siete jornadas y por detrás del Lugo, el Mirandés o el Reus. No hay, pues, excusa que valga. Milla puede seguir pidiendo tiempo, pero su equipo sigue defendiendo muy mal fuera de casa y en ataque es plano y carece de capacidad de sorpresa. Hasta ahora, el Zaragoza ha vivido del balón parado de Lanzarote, pero no todos los días es fiesta.

Errores graves.

Milla, que estuvo reservón en Tarragona, apostó esta vez por Juan Muñoz, desplazando a la banda a Ángel, que ahora mismo luce en cualquier posición del ataque, y la apuesta le dio un fruto inicial. En su primer día como titular, el ariete amenazó un par de veces y a la tercera hizo diana. Pero poco le duró la alegría al Zaragoza, porque en la última jugada de la primera parte encajó el gol del empate en una desatención mayúscula de Isaac —que, siempre de espaldas al peligro, ni está ni se le espera—, Cabrera

—que le perdió la marca a e Irureta —le cabecearon delante de su estatua en el área pequeña—. Un gol en el peor momento que devolvió el encuentro a su inicio. O quizá no, porque el Zaragoza volvió ya tocado del descanso. Y en el 54’, tras unos caracoleos en la frontal del área de Julio Álvarez, Nacho, sin la menor oposición, engatilló el definitivo 2-1. Dos goles en diez minutos. Y aquí ya se acabó todo.

Manu del Moral— Edu García.

¿Jugará algún día Edu García? Uno ya tiene la sospecha de que Milla no lo conoce o le han hablado poco de él. El volante aragonés tiene desborde y llegada y no está el Zaragoza para desaprovecharlo.