“¿Decepción? No tengo el corazón de madera” Enrique Martín
Se acabó una nueva etapa en Osasuna. —El proyecto de Osasuna que empezó en la 15-16 no acaba ahora con mi destitución, sino que sigue con la idea de estar en 2020 en Primera, ahora con un nuevo director de orquesta (Joaquín Caparrós) al que le deseo toda la suerte. —¿Decepcionado? —El dinero destroza a mucha gente. El guión se cambió al decir que la permanencia era un objetivo irrenunciable y quien lo hizo (Luis Sabalza) sabe que lo hizo. Tenemos que saber vivir con Osasuna en Primera o Segunda. Mientras el pueblo no lo interiorice, iremos a brincos. Con el ascenso nos ha tocado la lotería. Hay que matarse por quedarse en Primera, pero... de repente hemos sido millonarios. Ahora queremos saldar la deuda en un año. No hay prisa, si hace nada estábamos en Segunda B. —¿Qué le quitan con esta decisión drástica? —El aspecto sentimental de todo este trayecto ha sido brutal. Me he dado cuenta al parar y ver todo lo que hemos pasado. En Sabadell salvamos la ruina que se nos venía encima. Fue muy emotivo. La explosión del ascenso fue terrible. A la afición, gracias. Por cómo han reaccionado cuando he tenido problemas de salud y también con mi destitución. No tiene precio que un niño de tres años me cante Es que yo sin ti, Enrique Martín. —¿Descontento con la forma en que fue destituido? —No soy quién para juzgar la decisión de la junta. Dependemos de los resultados: si no ganas, te cepillan. Los resultados mandan. ¿Decepción? Hombre, uno no tiene el corazón de madera: uno lo tiene así de grande (extiende los brazos) y rojo hasta la saciedad. ¿Tú crees que a un padre con tres hijas se le puede comunicar el cese conduciendo? Estuve apunto de salirme en la curva. —Ahora podrá decir quiénes eran los ‘acosadores’ a los que se refería hace semanas. —Son los mismos que acosaban a Mendi, a Cuco, a Javi Gracia... lo veremos el año que viene. Han querido meter barro entre la plantilla y yo, pero se han equivocado de puerta.