Objetivo: tres triunfos seguidos
La victoria frente al Mirandés ha devuelto al
Real Zaragoza a posiciones de promoción siete jornadas después, lo que da idea de lo que cuesta remontar puestos en esta categoría tan igualada.
Agné cogió al equipo en la 15ª plaza y en tres jornadas —siete puntos de nueve— lo ha llevado a la sexta, pero todo está tan apretado que un mal resultado en Getafe puede precipitar otra vez al equipo aragonés a la mitad de la tabla. El Zaragoza tiene un buena ejecutoria en
La Romareda, con cinco triunfos, un empate y una derrota, pero fuera de casa sólo ha sido capaz de rascar cuatro empates en sus siete salidas y eso le ha impedido, por el momento, entrar en la pelea por el ascenso directo. El Levante es el único que ha presentado esa candidatura y anda escapado en la clasificación, con nada menos que diez puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor. Luego, por descontado, hay un pelotón de aspirantes, pero ninguno tiene pinta de claro favorito al segundo puesto.
El Zaragoza ha logrado rehacerse de la peligrosa deriva en que lo dejó Milla, pero todavía está lejos de ser ese aspirante a la segunda plaza. El equipo ha mejorado en muchos órdenes y tiene a Cani en estado de gracia, pero se perdió mucho tiempo y no va a ser fácil recuperarlo. Así que lo primero es que el equipo de Agné sea capaz de enlazar tres triunfos seguidos. Es decir, empalmar al triunfo frente al Mirandés una victoria en Getafe y otra frente al Reus. Ese pleno, a la espera de lo que hagan los rivales, sí abriría probablemente un escenario más claro y colocaría definitivamente al Zaragoza en el largo camino hacia el éxito.