Lucía García: “Meto goles porque tengo buenas compañeras”
Fichó este verano por el Athletic
Los padres de Lucía García Córdoba (Barakaldo, 1998) nunca hubieran podido imaginar que de sus cuatrillizos su vástago fútbolero sería su única hija. Lucía es de Pola del Pino, un pueblo de Asturias de 162 habitantes, aunque a causa del parto múltiple nació en el hospital de Cruces. Esta circunstancia le permitió fichar este verano por el Athletic, procedente del Oviedo Moderno, donde debutó con 15 años.
En el primer partido de España en el Mundial Sub-20 de Papúa Nueva Guinea firmó dos de los cinco goles ante Canadá, uno de ellos, una genialidad de tacón. Cuando se le pregunta por su capacidad para marcar asegura: “Meto goles porque tengo buenas compañeras. Mi juego es simple: olfato, fuerza, velocidad y golpeo”.
Empezó a jugar al fútbol con tres años y hasta los 8 lo hizo en la calle o en casa, pero nunca con sus hermanos, que preferían otros deportes. Estar en Primera División, antes con el Oviedo Moderno y ahora con el Athletic, siempre le ha exigido muchos sacrificios. Cuando jugaba en el equipo asturiano invertía tres horas para desplazarse a Oviedo para entrenarse cada día. Con el equipo rojiblanco se aloja en la residencia de estudiantes de Derio, a cinco kilómetros de Lezama. Lucía dio el salto a la Sub19 hace un año y marcó en su debut. Venía de proclamarse dos meses antes campeona de Europa con la Sub17, torneo en el que firmó cinco tantos. Lleva 19 goles en 17 partidos con España.
Este verano disputó el Europeo Sub-19 de Eslovaquia, donde España fue subcampeona, tras caer 1-2 ante Francia, con gol suyo. En Senec, su familia le animó desde la grada y sus hermanos desplegaron la bandera de Asturias. A ninguno de los tres les dio por jugar al fútbol, pero a la hora de animar a Lucía, son los mayores futboleros del mundo.
Cuatrillizos Sus otros tres hermanos varones no juegan al fútbol, pero son sus fans