AS (Aragon)

A la Euro con nervios

España mereció más, pero sudó para sellar el pase

- A. GABILONDO ALBACETE

La Rojita estará en la Euro tras otro ejercicio de agonía, nervios e incertidum­bre en Albacete que terminó con final feliz por lo hecho en la ida, pues el gol marcado en Austria por Deulofeu acabó siendo decisivo. La tensión y la falta de puntería atenazaron a un conjunto que no llegó a sufrir por el pase, aunque en el ambiente sobrevolar­a tal posibilida­d.

España salió con la idea de defender su botín más que de aumentarlo. Hasta la alineación de Celades lo reflejó. Saúl adelantó líneas para que por detrás entrara Merino, un doble blindaje que sirvió de coraza sobre todo en las jugadas a balón parado. Arriba la presencia de Mayoral en vez de Williams –o Munir- aportó ímpetu, aunque el mismo poco acierto. Pocas veces en estos últimos años una Selección española tuvo más centímetro­s que talento.

En líneas generales el tembleque fue generaliza­do, del primero al último. Jugarse la Eurocopa a una carta comprimió las ideas y las piernas de los españoles. Así, Austria se empezó a sentir importante, partícipe. Sólo Vallejo, perfecto de nuevo, daba la sensación de tener patas como columnas de mármol. En ataque apenas hubo noticias más allá de un penalti por mano de Mwene que el árbitro no concedió.

Ni Denis Suárez ni Óliver eran protagonis­tas, más bien Saúl con sus arrancadas de fuerza y Merino por una dura entrada que le pudo costar la roja. Una antítesis de España. Un equipo comprimido. Después de un primer tiempo discretísi­mo y tras sacudirse las angustias, sí se vio la mejor versión española. A lomos de un Saúl incombusti­ble, generoso, líder, La Rojita se estiró y pasó a jugar en campo contrario.

Deulofeu, tan genial como inesperado, hizo una jugada de ensueño que pudo acabar en gol, como un cabezazo posterior de Merino en un córner. El mediocentr­o navarro del Dortmund cuajó un segundo tiempo inmenso, en el límite de la expulsión por su amarilla y sin embargo víctima de un manotazo que mandó a la calle a Schopf.

Ni con eso ni con un gol clamoroso marrado por Mayoral, más otro de Deulofeu, pudo respirar tranquila La Rojita. Era día para el sufrimient­o, para el aprendizaj­e, para la confirmaci­ón de que una Eurocopa se pelea desde el primer día al último, sea en fase de clasificac­ión o en la final, sea en Albacete o en cualquier rincón de Europa. En uno de ellos, Polonia, jugará España una Euro a la que costó sangre, sudor y lágrimas clasificar­se.

Mejoría Deulofeu y Mayoral pudieron marcar tras un primer tiempo flojo

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 ??  ?? GRAN OCASIÓN. Deulofeu no supo batir al austriaco Bachmann en un mano a mano al final del partido.
GRAN OCASIÓN. Deulofeu no supo batir al austriaco Bachmann en un mano a mano al final del partido.
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