Francisco “Maradona vivió en mi casa mientras negociaba en secreto con el Madrid”
Francisco prepara el concierto de su 35 aniversario como cantante con la ilusión del jovencito que ganó el Festival de la OTI en 1981. En Las Estaciones de Juan desgrana sus recuerdos y nos sorprende con una noticia que dejará pasmado a más de uno.
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Empezó su carrera ganando el Festival de la OTI ¿se creyó un tipo importante? —-No, qué va, era un crío con un sueño por triunfar en la música y cuando gané el Festival con “Latino” no era consciente de la repercusión que ese éxito iba a tener. Fue algo tan repentino que no me dio tiempo a disfrutarlo pero me sirvió para madurar antes de tiempo. —¿Qué tiene esa tierra levantina para que dé a luz a cantantes con voces tan poderosa como la suya, la de Camilo Sesto, Nino Bravo…? —No lo sé, pero en esa región late la música por todos los poros. Yo nací en Alcoy, pero soy hijo de emigrantes, mi padre, andaluz y mi madre, manchega. Yo me siento muy valenciano y muy español y estoy orgulloso de ser paisano de esos dos grandes artistas que has mencionado. —¿Se arrepiente de haberse quedado en España en vez de buscar el éxito al otro lado del charco? —Alguna vez me han dicho que en Estados Unidos habría disfrutado con mi oficio de una vida de lujo y de placer, con avión privado y todo eso. Yo les digo que si tuviera un jet tendría que trabajar el doble para pagar el piloto y la gasolina del aparato, no me interesa demasiado. La felicidad es el equilibrio y yo lo he encontrado en mi pueblo, en Alcoy, con mi familia, mi mujer, mis hijos y mis nietos. No soy materialista y lo único que quiero es seguir cantando, y ahora creo que estoy cantando mejor que nunca. —Pasó un tiempo junto a Montserrat Caballé ¿qué aprendió de ella? —Mucho, yo soy tenor y mi carrera lírica la hice con la familia Caballé, estuve 10 años en Barcelona y fue una época inolvidable. Tuve la oportunidad de formarme como cantante en una ciudad en la que me encontré como en mi casa. —¿Por qué no hizo carrera como tenor? —Cosas que pasan, pero sí, pude haber hecho esa carrera en el mundo de la ópera. Lo que ocurría es que yo tenía cuatro hijos adolescentes, en edad escolar, y en la ópera ganan dinero tres o cuatro, pocos más. Hay muchos tenores pero la mayoría son funcionarios en ese mundo tan difícil. Así que tuve que optar por dejarlo, para mí ha sido el sacrificio más grande que hecho en mi vida. Preferí ser cabeza de ratón que cola de león porque mis hijos necesitaban mi ayuda en ese momento. Pero no descarto volver a la ópera en poco tiempo. —Hubo una época en que cada cantante tenía un estilo singular y ahora parece que todos cantan igual, ¿está de acuerdo? —Te doy toda la razón. Si escuchas en la radio a Camilo Sesto, Dyango, Julio Iglesias o Francisco sabes quien es cada uno, pero a los cantantes de ahora no hay manera de reconocerlos porque todos cantan igual, no tienen carácter ni personalidad. Es como si hubiese un único patrón. —¿En los malos tiempos que habrá atravesado tuvo la tentación de dejar la música por otra ocupación? —No, porque yo no sé hacer otra cosa. Conozco a varios amigos que se han metido en negocios que no controlaban y les ha costado la ruina. Yo no soy un hombre de negocios, yo soy artista, lo único que quiero es cantar. —Uno de los momentos negros fue cuando calificó a Mónica Oltra, la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, de mal nacida, política de mierda, escoria y algunas cosas más, ¿le salió el villano Rocamora que interpretó en Torrente 4? —Me arrepiento totalmente de todo eso y no me gusta hablar de ese asunto porque fue una salida de tono lamentable en respuesta a unas declaraciones que hizo la señora Oltra y que yo no consideré muy afortunadas. Hay momentos en la vida en que uno mete la pata hasta el fondo y ese fue uno de ellos. También me traicionó mi escaso conocimiento del relieve de las redes sociales. Ya pedí disculpas en su momento y lo he pagado caro porque a raíz de ese suceso me suspendieron seis conciertos. En fin, creo que ahora por lo que hay que luchar es por unirnos todos para sacar este maravilloso país adelante. —Bueno, pelillos a la mar, ¿cómo consigue tener un público tan fiel? —Desde luego yo tengo un público muy fiel, siempre lo he tenido y me siento muy orgulloso de ello. Pero, además, en todos los conciertos que estoy haciendo últimamente veo acudir a más gente joven. Y esto ocurre porque tienen curiosidad por un estilo, una escuela de cantar que ya no existe, somos del siglo pasado, pero ahí estamos. Lo mío es artesanía, sin trucos de estudio ni nada de eso. La gente se queda ahora asombrada por el hecho de que una persona cante con pureza, sin amaños. —Y lo que nunca le ha fallado ha sido el público femenino debido a su porte de galán. —Bueno, ejem, yo nunca he ido de guaperas aunque me haya acompañado el físico, pero yo siempre he sido un artista que nunca he molestado al hombre, quiero decir que cuando venía una mujer a verme venía con su marido, y a él también le gustaba. Guaperas es mi amigo Bertín. —¿Y como cantante qué le parece Bertín? —Bertín es muy amigo mío y es una persona sensacional y es un tipo muy versátil y todo le sale bien. —¿Con qué artistas ha compartido escenario que le hayan impresionado? —Con muchos, Juan Gabriel, Raphael, Rocío Jurado, Rocío
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