La falta de combustible pudo ser la causa de la tragedia del Chapecoense
“Estamos con emergencia de combustible, señorita. Por eso le pido de una vez curso final”, grito desesperado del piloto
Nueve mil pies, señorita. ¡Vectores, vectores!”. Fue la última frase del piloto Miguel Alejandro Quiroga en comunicación con la torre de control del aeropuerto José María Cordova de Medellín, antes de que el avión con matrícula CP 2933 se estrellara en el Cerro El Gordo el 28 de noviembre a las 21:54 (03:54 en España). El audio de la conversación entre el capitán de la aeronave que transportaba a 77 personas, incluida la plantilla del Chapecoense de Brasil, fue filtrado a los medios de comunicación y junto con el contenido de las cajas negras será pieza fundamental para esclarecer los hechos que enlutan al fútbol mundial.
Cada fragmento de información se convierte en un rompecabezas que va encontrando forma, pero que a la vez abre una serie de preguntas sobre el proceder de los involucrados en el accidente. Antes de que el piloto Quiroga anunciara problemas, otro avión de la aerolínea Viva Colombia aterrizó de emergencia tras haber alertado sobre una posible fuga de combustible. La controladora superaba la situación cuando se presentó el primer contacto del chárter boliviano en el que solicitaba prioridad en la aproximación por un problema de combustible.
La torre de control registró la solicitud, pero los aviones LAN 3020 y Avianca 9356 estaban en turno de aterrizaje. Tardarían 7 minutos. Solo 2’50’’ después del primer contacto, el piloto informó sobre la urgencia de la situación. “Estamos con emergencia de combustible, señorita. Por eso le pido de una vez curso final”, afirmó. A partir de ese momento la controladora empezó a dar indicaciones a los otros aviones en la zona para abrir paso a la aeronave que transportaba al Chapeconse. Tras autorizar el aterrizaje perdieron señal.
Fueron 9’13’’ de contacto entre la torre de control y el piloto Quiroga. Una de las primeras incógnitas que surge es por qué el capitán no se declaró en emergencia desde el primer momento para agilizar los procedimientos. Expertos en aviación han confirmado que si la falta de combustible tuvo que ver con una negligencia del piloto, le acarrearía sanciones laborales y económicas (se habla de 25.000 dólares) tanto a él como a la aerolínea. Quiroga era uno de los dueños de la compañía y según el director de la firma “fue formado por la Fuerza Aérea de Bolivia y tenía la licencia en orden”.
También hay dudas sobre las condiciones del avión. La Avro RJ85, de fabricación británica (1999) es una aeronave destinada a vuelos regionales ya que tiene una autonomía
Problema La torre de control dio prioridad a otro aterrizaje de emergencia