Un Giro en 53 segundos
La general se decide hoy en la crono final ● Dumoulin sólo perdió 15” y Nairo defiende una renta corta ● Pinot se impuso en Asiago
El ciclismo es un deporte de resistencia, agónico. El trazado del Giro 100 acumuló su exigencia en esta tercera semana después de traslados en avión, en ferry y en autobús, saltos entre dos islas, maratones y encadenados de puertos por encima de los 2.000 metros. Tras la bella victoria de Thibaut Pinot en la última etapa de montaña, seis corredores llegan a la crono de Milán con posibilidades de conquistar el título.
Los seis en un minuto y medio de diferencia. Cuatro en 53 segundos. Emoción hasta el final. Con Nairo Quintana como líder y Tom Dumoulin como máximo favorito a vestir de rosa en la Piazza del Duomo.
Con las fuerzas justitas, los aspirantes se la jugaron en la última subida de la carrera, Foza. Grappa, el monte de los héroes, decisivo en la Gran Guerra para el triunfo italiano sobre el Imperio Austrohúngaro, sólo sirvió para desgastar. El Katusha tensó el ritmo con Gonçalves, Vicioso, Mamykin y Kiserlovski, pero nadie se movió. En Foza sí que despegó Zakarin, que se llevó a rueda a Pozzovivo. Nibali, Nairo y Pinot organizaron la persecución por detrás. A diez kilómetros les atraparon, y los cinco se relevaron hasta la meta.
Dumoulin, otra vez sin equipo (aunque con la colaboración de Adam Yates, Mollema y Jungels), no permitió que le sacaran más de medio minuto. De hecho, en el descenso de Foza estuvo a nueve segundos de enlazar. Sin embargo, las motos echaron una mano a Nairo, Nibali, Pinot, Zakarin y Pozzovivo y su ventaja se disparó de repente a los 35 segundos, según deslizaron las escuadras de los perseguidores. En cualquier caso, Dumoulin cedió únicamente 15 segundos, una pérdida que habría firmado encantado antes de tomar la salida en Pordenone.
Día clave.
Nairo brilló en la ascensión del Blockhaus. Dumoulin golpeó en la contrarreloj de Montefalco y en Oropa. Nibali se lanzó en la bajada a Bormio. Pinot remató en Asiago. Zakarin y Pozzovivo lo intentaron con empeño. Alternancia entre los seis mejores, cada uno con momentos buenos y malos, como el inoportuno apretón que dejó al neerlandés sin más de dos minutos de la renta que atesoraba. Sin un dominador claro, la maglia y el cajón se dirimirán en la crono de 29,3 km del último día. Todo puede pasar. Y ahí, a 53 segundos de Nairo, debería confirmarse Tom Dumoulin. El que ha demostrado una mayor regularidad durante todo este Giro 100: una ronda apasionante.
Una ayuda Dumoulin contó con la colaboración de Yates, Mollema y Jungels