Toyota manda a la llegada de la noche
Es emocionante. Mucho. Son los momentos decisivos, cuando llega la noche y los frenos comienzan a teñir de rojo y naranja las tinieblas en el aire de Le Mans. Entonces los pilotos luchan contra elementos además de cortar el viento en su pelea con la velocidad. Son las 24 Horas de Le Mans, una de las carreras más importantes del mundo, una de las más duras. Por eso, porque en Le Mans todo puede cambiar en un instante es complicado decir que el Toyota número siete de Sarrazin, Kobayashi y Conway sea el favorito total para la victoria, más aún después de que la marca nipona perdiera la prueba el año pasado a cinco minutos del final. Pero ese coche era el que mandaba al llegar la noche al circuito de Le Mans con una ventaja considerable sobre el Toyota número ocho de Buemi, Davidson y Nakajima y el Porsche 919 de Jani, Lotterer y Tandy que era tercero.
En la cuarta plaza iba el otro Toyota y quinto el privado de LMP2, líder en su categoría, con Prost, Senna y Canal, ya saben hijo y sobrino de las leyendas de la F1. En cuanto a los españoles, quinto en GTE Pro, Miguel Molina con el Ferrari 488, mientras Antonio García era sexto en ese misma categoría con su Corvette.
Aún queda mucha carrera y hoy a las tres de la tarde entrará en meta el ganador de esta carrera legendaria en la que, algún día, correrá Fernando Alonso e intentará ganar.