FROOME REVISÓ ANTES LA CRONO
Geraint Thomas, británico de 31 años, compatriota y lugarteniente de Chris Froome, se enfundó ayer el primer maillot amarillo del Tour de Francia 2017 tras dominar la contrarreloj de Düsseldorf (Alemania), sobre 14 kilómetros. En la pelea de los favoritos, su líder golpeó primero, con más de medio minuto sobre sus rivales: 35 segundos a Richie Porte; 36 a Nairo Quintana; 39 a Romain Bardet; 40 a Fabio Aru; y 42 a Alberto Contador. Todos igualados menos uno: el defensor del título. Entre esos candidatos ya no figura Alejandro Valverde, que sufrió una dura caída y abandonó el Tour en ambulancia. Una sensible baja para el Movistar y para el espectáculo. En la misma curva, Ion Izagirre sufrió idéntico infortunio. De los 13 españoles que tomaron la salida, ya sólo quedan 11. Una jornada con nubarrones.
Geraint Thomas rodó tan deprisa, que las cámaras de la televisión francesa ni le vieron hasta la meta. Prefirieron ir al ritmo de Bardet. Francés, claro. También segundo en el Tour del año pasado y uno de los favoritos para el actual, todo hay que decirlo. No nos enfademos con los realizadores. Bardet paró el crono en 16:55 minutos, en tiempos similares a Porte (16:51), Nairo (16:52), Aru (16:56) y Contador (16:58). Cinco candidatos metidos en sólo siete segundos. Únicamente se despegó Froome (6º), de momento en otro planeta. Igual que el Sky, que colocó a cuatro ciclistas entre los diez primeros: Kiryienka (3º) y Kwiatkowski (8º) completaron el festival. El equipo británico llega fino a su gran cita anual.
El 1 de julio.
La jornada había comenzado a las 15:15 con un bonito regalo para el francés Elie Gesbert en su 22 cumpleaños: fue el primer ciclista en tomar la salida en la contrarreloj que abría el Tour 2017. Un sueño para cualquier debutante. Aunque seguramente no lo había soñado en Düsseldorf, en la vecina Alemania, ni tampoco bajo la lluvia de julio.
Hay precedentes de ambas cosas. La lluvia nos transportó, así a bote pronto, al prólogo de 1995 en Saint Briec, el pueblo de Bernard Hinault, en un 1 de julio como ayer. El gran favorito, Chris Boardman, arriesgó sobre mojado, se cayó en un descenso y se rompió un tobillo por dos sitios. Ganó Jacky Durand, que compitió en seco. También hay un antecedente en Alemania, hace 30 años, en Berlín occidental, cuando el Muro todavía dividía la capital. Venció Jelle Nijdam. También era 1 de julio. Casualidades.
No sabemos si hubo la influencia de alguna ciencia oculta que se nos escapa detrás de esa fecha, o simplemente que el ciclismo es como es, pero la lluvia también se cobró sus víctimas en Düsseldorf. Estaba cantado. La pieza gorda fue Alejandro Valverde, que patinó en una curva a la izquierda y chocó contra las desprotegidas vallas. Se ha fracturado una rótula, una grave lesión. Un triste adiós al Tour 2017... A sus 37 años, esperemos que sólo al Tour. El ciclismo español pierde a una de sus grandes bazas. Y Nairo Quintana a uno de sus mayores soportes para su asalto a la clasificación general. Mal arranque para el Movistar. Justo en el día que deslumbró el Sky.
Contador rindió al nivel de los aspirantes al podio, sin incidencias, pero lejos del principal aspirante a París: 42 segundos.
Demasiados nubarrones para empezar. El 1 de julio. Consciente de que su compañero Kwiatkowski haría una buena crono, Chris Froome decidió seguir su actuación en el coche de equipo para revisar la peligrosidad del recorrido y ver cómo era el trazado en las curvas. Eso le sirvió para luego completar una gran crono.