Mayweather jugó con McGregor en su adiós
Regaló tres asaltos al luchador de UFC y acabó con KOT en el décimo
Con Floyd Mayweather no caben las sorpresas. Ya se encarga él de reventarlas. El combate del siglo, el cóctel comercial o el circo, como se quiera llamar según el que lo califique (de las tres cosas hubo), acabó en Las Vegas con Conor McGregor noqueado en el décimo asalto. Sin lugar a las dudas. El juez, Robert Byrd, tuvo que parar el duelo: KOT. Se cerraba un pleito con la sensación de alivio. El espectáculo deportivo no fue una pantomima, pese a las evidentes diferencias de nivel. El debutante, en una competición dispareja, se mostró digno. “¡Demonios, eres un buen luchador!”, le soltó Floyd en un abrazo final que cerró dos años de bombazos verbales.
El estadounidense no es un tipo querido, ni le gustaría serlo, porque le va ejercer el papel de malo, pero su boxeo emerge por encima de eso. Y ante el supercampeón de la UFC, un personaje también excesivo y sin miedo, dejó que Conor McGregor se creciera en los tres primeros asaltos. Se los regaló. Money ya está por encima de La Roca. Aunque duela a los puristas por la forma en que adornó su registro, ante un debutante, Mayweather se va con 40 años y con una marca perfecta de 50-0, superando el récord de Un maquiavélico ejercicio de cálculo de un púgil con 40 años que venía de un retiro de 714 días. A partir del cuarto asalto comenzó a carburar el diablo de Grand Rapids hasta acabar exhibiéndose. Tampoco las habilidades de McGregor le exigieron grandes alardes. Pudo golpear frontal sin temor a ser cazado.
Antes, por el Strip, la calle que hace de corazón de Las Vegas, el pulso latía acelerado por los miles de irlandeses que acudieron a apoyar a su ídolo imbatibilidad de Rocky Marciano. El gran campeón blanco de los pesados se ciñó el cinturón en 1952 frente a Joe Walcott y se retiró en 1959 sin soltarlo. Por el camino, fue dejando plomo sobre el ring: 43 de sus triunfos nacional. Las pulsaciones estaban disparadas, las apuestas, en las que era amplio favorito Mayweather, comenzaron a tomar más brío por el luchador después de su exceso de testosterona y de su tono amenazante y tribal en el pesaje. Los tres primeros rounds abrieron una puerta. Pero Mayweather pegó un portazo. Ni los abucheos ni el exfontanero de Crumlin iban a estropear su fiesta.
Pretty Boy comenzó a conectar a McGregor, que se defendió llegaron por KO. Mayweather, campeón mundial en cinco divisiones y que construyó su leyenda ganando a los mejores (Pacquiao, Canelo, De la Hoya, Cotto, Mosley...) y Marciano no conocieron cómo sabe la derrota. con la diestra por delante para mantener alejado a la leyenda, muy al estilo UFC. También se le fueron muchas manos a la nuca y, cuando se vio superado, se dedicó a agarrar a Money. El juez, Robert Byrd, debió restarle algún punto. Pero fue permisivo. El final estaba escrito.
Mayweather se fue inflamando, sacó a pasear su derecha, no le hizo falta su cintura prodigiosa ante el cansado combatiente, que no le puso en aprietos. Como quiso y cuando quiso, frenó a McGregor. En el noveno round pudo cerrar el pleito, pero, frío, prefirió alargarlo. Una catarata de golpes acabó con el irlandés, que aguantó más de lo esperado. Floyd se va con 100 millones de dólares garantizados. El luchador de MMA, con 30. Sumarán muchos más cuando se cierren las cuentas. La maltrecha reputación del boxeo sigue a flote. No perdió Floyd, pero tampoco ganó más gloria.
FIRMÓ EL 50-0 Y SUPERA EL RÉCORD DE ROCKY MARCIANO