“No boxeé en un mes para cuidar mis ■ Sin lleno: 14.623 manos y noquearle”
Los dos adversarios, satisfechos
Un sentido abrazo sobre el ring, con el pabellón vacío y la pista llena de periodistas, cerró el show Mayweather-McGregor. Los dos acabaron satisfechos, y con los bolsillos llenos. “Hice lo que les dije, que iría hacia adelante. Prometí que la pelea no llegaría a la distancia (doce asaltos) y cumplí. Lo hablé con mi padre (es su entrenador). Dejamos que tirara todo y des- pués empezó a bajar los brazos. Es mejor de lo que pensaba”, evaluó el de Grand Rapids, que contó un secreto: “Durante el último mes no boxeé con sparrings para preservar las manos y noquearle”.
¿Por qué volvió después de dos años? “Sentía que, tras el combate de Pacquiao, les debía una gran pelea a los fans. Lo único que hicimos fue batir todos los récords. Después de 20 años en el boxeo, siempre seré recordado como un ganador”, se despidió Money. El autoproclamado TBE, The Best Ever, el mejor de siempre.
Por su parte, el irlandés consideró el experimento “algo muy divertido”: “Nos divertimos los dos. Estoy orgulloso de lo que hice. Fue un honor compartir ring con Floyd. Gané los tres primeros asaltos claramente y el octavo fue parejo, pero él quería la victoria. Pararon el combate demasiado pronto. Merecía escuchar ese último gong, pero está bien”. El T-Mobile Arena no se llenó. Asistieron 14.623 espectadores con entradas entre 500 y 10.000 dólares. En la reventa legal se despacharon cuatro asientos por 36.000 dólares cada uno. Los precios fueron excesivos.