“Celebró su gol a Alemania en 2006 de forma muy parecida a la mía”

—Zoff, cuando le da un beso a Bearzot, ese momento. No recuerdo más detalles, o sea: recuerdo perfectamente lo que ocurrió durante el partido, mucho menos todo lo que pasó tras el pitido final (ríe). —¿Sentía el apoyo de los aficionados españoles durante el Mundial?

—En la final, al haber sido eliminada España, tenían que elegir. Y bueno, como somos muy parecidos, creo que fue normal tenerlos de nuestro lado. —Usted ha vuelto al Bernabéu para un documental, hace un tiempo...

—Fue hace diez años. Estaba solo ahí dentro, por primera vez. Me emocionó mucho. —El estadio ha cambiado mucho con el paso de los años. ¿Cómo lo vio?

—Lo vi mucho más grande de

La ‘Squadra’ “Ante España se necesita experiencia: la BBC, con un 3-5-2”

lo que me acordaba, sinceramente (ríe).

—Y también Italia vuelve al Bernabéu, donde no ha jugado desde la final del Mundial 82. ¿Qué piensa?

—Es un partido importante, como el del 1982. Ante España será un desempate, una pequeña final. Nosotros no estamos tan bien, no es nuestro mejor momento histórico. Pero tenemos esperanza.

—¿Qué Azzurra se espera? El empate no le sirve de nada...

—Debe ganar, pero no me espero un planteamiento desequilibrado. Creo que apostará por el 3-5-2 con Bonucci, Chiellini y Barzagli. En un partido tan importante hace falta experiencia, aunque el seleccionador esté apostando mucho por los jóvenes, ahora se necesita esto.

—Hay muchos más jóvenes encontrando protagonismo en la ‘Nazionale’...

—Esto me alegra, pero todavía no tienen espacio suficiente en sus clubes. Hay chicos interesantes, que necesitan hacerse hueco en los equipos top. Y se lo merecen.

—¿Cuáles le impresionaron más en los últimos años?

—Verratti me gusta mucho, Insigne para mí es uno de los mejores de esta generación. Conti es otro que puede llegar muy lejos, un lateral que ataca y defiende muy bien.

—¿Hay que tener todavía miedo de esta España?

—No, ningún miedo. Hay que respetarla, sin duda, porque es un equipo enorme. Pero también hay que afrontarla con la cabeza alta.