Francia, contra el balón FIBA
A nuestros vecinos les patrocina la competencia
El hotel de todos. Es impensable en un evento futbolero que alguna selección se aloje con otra compartiendo hotel. En el Eurobasket todas tienen el alojamiento en común. La recepción del Gran Italia de Cluj es una mega-cancha de baloncesto. Se pueden juntar Navarro, Satoransky y Hanga a hablar de sus cosas con presente, pasado y futuro Barça. O Saric, Vucevic y Willy a departir de sus experiencias NBA. El hall de este hotel es el sueño de un cazador de autógrafos.
La rebelión del balón. Nueve selecciones han firmado un manifiesto para pedir el cambio de balón que se usa en las competiciones FIBA. La excusa es que resbala mucho y es muy duro. Siendo verdad, la realidad es más simple: la selección que encabeza las quejas es Francia, a la que patrocina la marca de balones de la competencia.
Muresan el más grande. El selfie con el mítico gigante rumano se ha convertido en el segundo deporte con más fans en Cluj. Y si no juega Rumania o España, el primero. Sus 2,31 de estatura lo hacen visible desde cualquier sitio. Y todo lo que tiene de alto lo tiene de buen tío. Cada petición de los fans o periodistas es atendida de buen grado y con una sonrisa. No en vano, actuó con Billy Cristal en My Giant. No me extraña. Su comportamiento con todos es de película.
Concursos. Estar fuera de casa 20 días da para ratos muertos entre la prensa. La última diversión es encontrar el nombre del jugador más curioso por raro. Lituania es un filón. Cuando Mantas Kalnietis parecía insuperable, buscando en los inicios de esa selección encontramos a ¡Pranas Lubinas! Un crack lituano de los años 40. Y así, entre Mantas y Lubinas pasamos buenos ratos. Eso sí, lo mismo en Lituania se parten de risa con el apellido Delgado. Yo lo tendría bien merecido...