Muñiz, el éxito alcanzado desde la prudencia

El técnico del ascenso granota

Juan Ramón López Muñiz (2 de noviembre de 1968) aterrizó el pasado verano en Orriols como la gran apuesta de Vicente Blanco ‘Tito’, director deportivo, que se estrenaba en el cargo al frente del Levante tras el descenso a Segunda

y la salida de Manolo Salvador

tras muchos años haciendo el equipo azulgrana. Una llegada que conllevaba la obligación de cosechar el ascenso a Primera División, algo que lograría con un éxito rotundo y rompiendo marcas desde el banquillo levantinista.

Con ideas claras y una confianza ciega en su plantilla ha demostrado saber adaptar su juego a las bajas y al rival. No le tiembla el pulso para darle la oportunidad a sus jugadores, pese a la falta de experiencia en la categoría, como sucedió con Róber Pier tras la lesión de Chema. Esta nueva temporada ha sabido reajustar al equipo con los nuevos refuerzos que ha dejado el mercado estival. También ha cambiado su táctica respecto al curso anterior. El principal culpable es Bardhi,

que ha entrado con fuerza en la dinámica de fútbol de Muñiz, que ha desplazado el 4-3-3 utilizado en Segunda a un 4-5-1 con el macedonio como nexo entre la medular y el hombre de referencia.

Otras de sus claves ha sido la prudencia ante los micrófonos y sus respuestas a los periodistas. Siempre mantiene el tono firme en sus declaraciones tanto en la previa como en el postpartido, estudiando cada palabra sin trabarse y sin opción a sacar un titular de su boca. Esta sensatez es clave para mantener la tranquilidad

Apuesta Muñiz llegó de la mano de Tito y tras el ascenso amplió hasta 2019

dentro del vestuario. Ya lo dejó claro la pasada campaña cuando no habló del ascenso hasta que se logró matemáticamente. Eso permitía mantener a los jugadores concentrados y que no hubiera opción al despiste. Este nuevo curso, misma filosofía. Pese al buen comienzo del Levante con cuatro puntos y buen juego, el concepto interno sigue siendo el de la salvación y estabilidad de un proyecto al que augura futuro.

Muñiz sabe muy bien lo que es el Bernabéu.

Como jugador lo pisó infinidad de veces, incluso llegando a ganar también como en el año 1996 cuando lo hizo con el Sporting de Gijón. Como entrenador, sin embargo, corrió peor suerte. En las dos veces que estuvo salió derrotado. Pero mucho ha llovido desde entonces y ahora quiere seguir haciendo historia con el Levante,

por qué no, ganando en Madrid.