Los 107 del 7
El Bernabéu acogió su partido 202 en Copa de Europa, superando los 201 de San Siro (sumados los partidos de Inter y Milán). Fue una noche plácida. 3-0 y feliz retorno de Cristiano.
Fuera debates. Tal y como estaba previsto. Irrumpió él. El mejor delantero de la historia de la Champions. El mejor goleador de la historia del Real Madrid. El hombre que superó con Portugal a Pelé. El tipo que ha dejado atrás, con 409 goles de blanco, a leyendas como Di Stéfano, Puskas, Raúl, Hugo y Santillana. El primero en haber superado los 100 goles en la máxima competición continental (ya lleva 107). El único que acumula seis pichichis en Champions (uno con el United y... ¡cinco consecutivos en el Bernabéu!). El que tiene más Premios UEFA y más The Best. El que en diciembre igualará con cinco Balones de Oro al futbolista que profetizaban que lo dejaría alejado a años luz de la cumbre del star system. El hombre que ha visto como se agigantaba su figura a raíz de su sanción supercopera. Ante Valencia y Levante, su sola presencia nos hubiera dado cuatro puntos más. Jugar con Cristiano es jugar con 13, porque el portugués vale por tres. Primero por los goles determinantes que marca; segundo, por la capacidad de intimidación que provoca sobre el enemigo; y tercero, porque activa a los compañeros hasta el punto de ponerlos firmes con su sola presencia. Obrigado, crack.
Boy Waterman. Así se llamaba la nueva víctima del campeón de Europa. Ante el Slavia en la previa de Champions, el portero del APOEL fue el héroe. Pero el holandés ni es ya un boy (tiene 33 años) ni hace homenaje a su apellido (waterman: hombre de agua). No pudo hacer nada en los tres goles, pero tampoco mucho tuvo más trabajo. No era cuestión de meterles 10 goles, como hizo horas antes el Juvenil de Guti al juvenil chipriota en Valdebebas. Es mejor guardarse goles para el Borussia y el Tottenham... light Miami