El fortín de Montilivi mide la resaca de un rotado Sevilla

El Girona es fiable en su estadio

Montilivi vuelve a abrir sus puertas. Y en esta ocasión lo hace para dar la bienvenida a un equipo de Champions. El Sevilla llega a Girona con resaca europea, pero también con el deber cumplido tras cosechar un empate ante el Liverpool. Dulce resaca que ya querría para él un Machín que espera que el tropiezo ante el Athletic de Bilbao sea una mera piedra en el camino.

Y más teniendo en cuenta que es en Montilivi donde el conjunto gerundense se hace fuerte. Ya han comprobado Atlético de Madrid y Málaga que Montilivi no es tierra fácil para conquistar y que el Girona no piensa ir de comparsa en la primera temporada de su historia en Primera. Si el himno del Sevilla reza lo de “dicen que nunca se rinde”, el del Girona aboga por la unidad: “Tots junts ho podem fer” (todos juntos lo podemos hacer). Y es ahí donde radica la fortaleza de un Girona que está haciendo de su 3-5-2 un sistema incontrolable para equipos que quieren hacer el campo pequeño.

Machín teme que su equipo sea previsible y de ahí que medite variar una de sus piezas. Portu, titular en las tres primeras jornadas, podría dejar su sitio a Larry Kayode. Su velocidad es vertiginosa y es el complemento perfecto para un Stuani que domina el área. En cuanto a Berizzo, vuelve a rotar. Muriel tiene todas las papeletas para tomar la titularidad como ‘9’ tras sus buenos minutos en Liverpool. Todos esperan un buen rendimiento ya del fichaje más caro de la historia del club. Muchas incógnitas en el once, pero lo que es seguro es que un triunfo ante el Girona motivaría el mejor arranque del Sevilla, igualando los de 1941, 1971 y 2015.