AS (Aragon)

Es de noche, pero hay luz

El Zaragoza sólo lleva cuatro puntos, pero su fútbol, su técnico y sus futbolista­s han merecido bastante más

- POR PEDRO LUIS FERRER

La desgracia sacudió otra vez al Zaragoza, que no supo sostener en Lugo sus méritos —más que suficiente­s— para haberse traído una victoria o, al menos, un empate, y queda malparado en la clasificac­ión, con muchos números para acabar la jornada en posición de descenso. Un duro golpe para un grupo nuevo e interesant­e, pero que necesita de los resultados para sostener su crecimient­o. Y una enorme frustració­n para una parroquia, el zaragocism­o, que creyó ver otra vez la luz con esos dos triunfos consecutiv­os frente al Córdoba y el Granada en la

Copa.

El equipo de Natxo González ha exhibido en este comienzo de temporada más luces que sombras, o dicho de otra forma, tiene más fútbol que puntuación, pero ha cosechado tres derrotas en cinco partidos y presenta un balance de cuatro míseros puntos, igualando su peor hoja de servicios en un inicio de campeonato en

Segunda División, aunque en las campañas 1934-35, 194546 y 1954-55 el triunfo sólo se premiaba con dos puntos.

En otras circunstan­cias, el entrenador ya estaría en el disparader­o y el director deportivo no escaparía a las primeras críticas, pero si algo no puede permitirse este club en este momento es que alguien de dentro pierda la calma o que desde fuera se dispare sin contemplac­iones contra todo bicho viviente. Ni se lo puede permitir ni sería justo. La cruda realidad es que el Zaragoza sólo tiene cuatro puntos y está en el fondo en la tabla, pero a diferencia de todas las crisis de estas últimas temporadas en Segunda hay equipo para creer y para crecer. Hay un entrenador que sabe lo que se lleva entre manos, por más que hasta ahora no haya logrado repetir sus éxitos defensivos, hay futbolista­s muy notables, como

Si algo no puede permitirse este club es que alguien de dentro pierda ahora la calma

Borja Iglesias, Febas, Benito o Cristian Álvarez, destinados a marcar la diferencia, y hay una plantilla joven, con ilusión y plenitud física, al que se le adivina un techo importante. El equipo comete errores y tiene problemas para controlar los partidos con el marcador a favor, pero sus virtudes, individual­es y colectivas, también son indiscutib­les, por más que ahora mismo todo parezca un paso atrás.

Sí, el Zaragoza sólo lleva cuatro puntos en cinco jornadas y mañana puede estar antepenúlt­imo, pero su fútbol y sus futbolista­s están por encima de esta pesadilla y en cualquier momento pueden romper en una racha exitosa y prolongada.

En su momento más difícil hasta ahora en el Zaragoza, Natxo González exhibió en la sala de prensa del Anxo Carro un temple y una confianza que no parecen gratuitos, ni una pose obligada. “El fútbol ––advirtió el técnico–– nos dará lo que realmente merecemos a final de temporada. Le pido a la afición que confíe en este grupo porque este grupo nos va a dar muchas alegrías”.

 ??  ?? SERENO Y CONVENCIDO. Natxo González, durante un partido del Real Zaragoza.
SERENO Y CONVENCIDO. Natxo González, durante un partido del Real Zaragoza.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain