“El Wanda Metropolitano será el orgullo de Madrid”
Cerezo y Gil Marín explicaron la gestación del estadio en As
El Wanda Metropolitano será el orgullo de Madrid”. Esa es la frase. La piensa y la dice Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, pero la pensamos todos los que hemos visto ese estadio, de debut y de semana grande estos días, de estreno en LaLiga y en la Champions. La piensa también Enrique Cerezo, el presidente atlético, que junto a Gil Marín visitó la redacción de AS para un almuerzo en el que el nuevo estadio fue hilo conductor del aperitivo a los postres. “Un estadio así era impensable hace nada”, dicen. Lo era. “Y lo hemos hecho sin subvenciones”, apunta Cerezo.
El Atlético saca pecho por ese estadio. Es lógico. Y agradece “la paciencia y dedicación del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid”, cuya colaboración han sido indispensables. “Eso ha sido decisivo para poder contar con un escenario referente en toda Europa y en todo el mundo”, reconoce Gil Marín.
La inmensa bandera (338 metros cuadrados y mástil de 40 metros) ubicada en el acceso suroeste del estadio sirve de faro para el aficionado rojiblanco, su kilómetro cero. Y desde ahí arrancó hace dos semanas la nueva historia del club. “Es cierto que en ese punto se forman aglomeraciones, todo el mundo quiere quedar ahí, así que queremos crear otros lugares en los que iniciar cada día de partido”, dice Gil Marín. Si esa bandera es el suroeste, tenemos otros tres puntos cardinales aún por dibujar. En uno de ellos se levantará el Oso y el Madroño; en los otros, un avión Mirage regalo del Ejército del Aire y unas letras al estilo de las de Coraje y Corazón que ya existen como mejor resumen del espíritu del club.
Málaga, Sevilla y Chelsea han sido los primeros equipos en disfrutar de esa nueva joya de nuestro fútbol (“Azpilicueta y Marcos Alonso estaban encantados”, contaba Cerezo), un estadio que aún debe dar el estirón. Queda por hacer, ahí están las máquinas que trabajan contrarreloj entre partido y partido (670 trabajadores se empleaban a fondo ayer), y si aventuramos un plazo para que las excavadoras digan adiós, apuntamos uno: 60 días. Esa es la cifra para tener ultimados los dos accesos desde la M-40, para habilitar más zona peatonal, para serpentear carriles bici. “Habrá que crear también otros dos carriles de deceleración para evitar colapsos”, apunta Gil Marín. Navidades, seguramente entonces disfrutaremos de un Wanda aún más espectacular. El segundo y tercer carril de evacuación se aplaza para más tarde, el pacto con el Ayuntamiento nos lleva al inicio de la temporada 2018-19. “Los partidos entre semana son ahora mismo el problema, porque la gente sale de trabajar tarde y no dispone de tanto tiempo para llegar”, asume Gil Marín, mientras que Cerezo, a su lado, prefiere quedarse con la botella más que medio llena, casi a rebosar: