Anoeta vive un festival de goles: cuatro por bando
Fútbol sin control ni defensa entre la Real y el Betis
Fútbol sin control en Anoeta. Es lo que ofrecieron la Real y el Betis en un partido que terminó con un empate espectacular, a cuatro, que bien podía haber ganado cualquiera de los dos. Fue una auténtica locura que dejó en evidencia el delicado momento por el que atraviesan los donostiarras en defensa, dando todo tipo de facilidades, y la dinámica positiva del Betis, capaz de sacar un punto muy sufrido de un campo complicado, pero que también tiene que hacerse mirar lo de su retaguardia.
La locura empezó muy pronto, con un gol de Sanabria, que entró hasta la cocina sin que ningún jugador de la Real frenase sus intenciones. Era el comienzo del festival de regalos atrás. Porque poco después marcaba Willian José el empate y Oyarzabal daba la vuelta al marcador, en dos buenas acciones ofensivas; pero también con la connivencia de una zaga bética que dejó mucho que desear en Anoeta. Aunque lo mismo se puede decir de la Real, que permitía rematar solo a Feddal en el empate del Betis. Así terminaba el primer tiempo de un partido muy divertido.
Y es que nada más salir de los vestuarios, los txuri-urdin siguieron con su carrusel de facilidades al dar vía libre a Joaquín para que adelantara al conjunto verdiblanco. Le hicieron hasta pasillo, le abrieron la puerta del gol, y Rulli tampoco pudo hacer nada. Pero como el partido estaba para hacer locuras, y la Real tiene argumentos de sobra para hacerlas, buscó su tercer gol con insistencia, hasta que llegó Juanmi y sirvió el tanto a Xabi Prieto.
Lo lógico es que la sangría terminara ahí, pero nadie le puso freno y la locura continuó. Adán salvó varios goles cantados con manos increíbles, y el Betis aprovechaba las facilidades. Así hasta el 4-4.