Amor, salida de Bartomeu a la crisis del organigrama
El alicantino, nuevo director de Relaciones Institucionales
Guillermo Amor (Benidorm, 4-12-1967) fue nombrado ayer por la tarde nuevo director de Relaciones Institucionales y Deportivas del Barça. Amor, que el 10 de julio había sido elegido responsable del fútbol formativo profesional junto a José Mari Bakero, cargo del que fue despedido en 2014 y que ahora compaginará con su nueva tarea, es la salida de Bartomeu (mismo presidente que le despachó) a la última crisis de organigrama del club.
En diez días, Bartomeu ha recibido cuatro renuncias, una ‘parcial’, la de Albert Soler, que seguirá como responsable del resto de secciones profesionales del club aunque su relación con el presidente Bartomeu queda ya tocada.
Al paso a un lado de Albert Soler hay que añadir las marchas de Carles Vilarrubí, vicepresidente de relaciones internacionales e institucionales, y Jordi Monés, el comisionado del Barça Hub, contrarios a la decisión de tomó el club de jugar ante Las Palmas el pasado 1 de octubre. También se marchó, por desgaste y falta de entendimiento con los nuevos responsables, Raúl Sanllehí, hasta entonces director de fútbol.
Cuatro ausencias en un club que ahora mismo no tiene vicepresidente económico. De hecho, esta mañana se presenta el balance económico y el presupuesto de la próxima temporada y tendrá que ser el CEO, Óscar Grau, quien se encargue de la comparecencia ante los medios. Desde la dimisión de Susana Monje, la plaza de vicepresidente quedó vacante. Grau podría coger más peso en el área de fútbol.
El nombramiento de Amor, además, deja en una extraña situación a Pep Segura, que es mánager general deportivo de fútbol desde el 5 de julio. De momento, mantiene su cargo pero Bartomeu ha evitado darle más responsabilidades después de sus flojos primeros meses, especialmente en sus apariciones públicas. El comunicado de ayer aclara que el trabajo de Robert queda limitado al “análisis del mercado futbolístico y la búsqueda de jugadores”. Sus funciones parecen quedar arrinconadas pero nadie aclara más en el galimatías organizativo del Barça.
En 10 días Se han ido Vilarrubí, Monés, Sanllehí; y Soler se echa a un lado