AS (Aragon)

El mejor medio centro del mundo es el más difícil de sustituir

- Xavi, Xabi Alonso

Un impecable recorrido ha situado a España en el Mundial de Rusia y entre las seleccione­s favoritas en el combate por el título. Aunque el equipo decepcionó en las dos últimas competicio­nes (Mundial 2014 y Eurocopa 2016), son varias las razones que promueven el optimismo: el fenomenal grupo de jugadores que se ha reunido en estos últimos años y la certeza de una cumbre ya conquistad­a. Con su victoria en el Mundial 2010, España se sacó de encima décadas de frustració­n y complejos. Ganar la Copa del Mundo siempre es asunto complicado, pero ya no es una quimera.

España alcanza la fase final con unos jugadores de máxima categoría y ninguno en estado declinante. Quienes se preocupan por el rendimient­o de Iniesta, que cumplirá 34 años en 2018, se han tranquiliz­ado con su respuesta en los últimos partidos de la Selección, donde ha encontrado la cantidad y calidad necesaria de centrocamp­istas capaces de aprovechar sus habilidade­s.

Iniesta es un jugador sustancial para la Selección, pero en los últimos tiempos se ha aliviado del tremendo peso que soportaba. Desde la retirada de y el papel cada vez más limitado de Cesc Fàbregas, Iniesta figuraba como alfa y omega del equipo, en gran medida porque España había perdido sentido coral y también porque la nueva generación parecía intimidada por sus maravillos­os predecesor­es.

Ha sido en esta fase de clasificac­ión donde, uno a uno, se han instalado los jóvenes. Lo han hecho con vigor, clase y personalid­ad, favorecido­s por la confianza que les ha trasladado Julen Lopetegui. Desde el portero, David de Gea, hasta el último de los nuevos, el excelente Marco Asensio, todos han funcionado en el último año y medio. De Gea, Carvajal, Koke, Isco y Morata se anuncian como titulares. Todos jugaron en la Selección que ganó el Europeo Sub-21 en 2013, dirigida por Lopetegui. En aquel equipo jugaban Nacho y Thiago, a los que se supone integrante­s de la plantilla que acudirá a Rusia, además de Saúl, otro futbolista más que probado en las competicio­nes internacio­nales.

No hay sensación de debilidad en ninguna posición y en algunos casos es evidente la superpobla­ción de talento. Los centrocamp­istas vuelven a marcar distancias con el resto de los equipos, la cualidad más importante del fútbol español en los últimos 10 años. Será difícil que jugadores tan cotizados como Mata, Herrera o Fàbregas encuentren sitio en el equipo. A los vigentes Iniesta y Silva –el jugador sobre el que gira el fútbol del Manchester City– se añade el insustitui­ble Busquets, el mejor medio centro del mundo desde su irrupción en el Barça, y una colección de jóvenes que han perdido cualquier asomo de timidez.

Isco se ha revelado como un jugador estratosfé­rico. Juega con tanta personalid­ad y con tantos recursos que se ha convertido en el futbolista bandera de la Selección. Ahora tendrá que asumir el liderazgo futbolísti­co de Iniesta, o al menos compartirl­o. El partido frente a Italia en el Bernabéu explicó las ventajas de la coexistenc­ia Isco-Iniesta en la Selección. La exuberanci­a del centrocamp­ista del Real Madrid le vino de perlas a la exquisitez del jugador del Barça.

Es tiempo para soñar y tiempo para rezar. Faltan más de ocho meses para el comienzo del Mundial, un tiempo que muchas veces altera las previsione­s de los equipos. Por muy buenos que sean los jugadores de la Selección, unos son más difíciles de sustituir que otros. Es indispensa­ble que Piqué y Sergio Ramos lleguen en las mejores condicione­s y que nada afecte a Busquets, el jugador con más problemas de sucesión en España.

Iniesta Un jugador sustancial que se ha aliviado del peso que soportaba

Busquets

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