Festín canario en Riazor y duro debut para Cristóbal
Doblete para Momo y Calleri. Juanfrán, expulsado a los 24’
Si había un hombre ilusionado antes del inicio del partido, ése era Cristóbal Parralo. Le llegaba la oportunidad de debutar en el banquillo con un equipo de Primera, y en casa. Pasados los 90 minutos, puede ser de las personas más preocupadas y con más trabajo por delante de toda la categoría.
Apostó por un once con más titulares que suplentes consciente de la importancia de recuperar sensaciones. El sueño le duró menos de un minuto. Concretamente 50 segundos, que fue cuando Schär estrelló un derechazo al palo. La sonrisa se tornó en tortura a partir de ahí. Las Palmas se adelantaba a los siete minutos tras una gran jugada de Vitolo que mereció el gol y acabó en el larguero. Hubiese sido mejor. La jugada del canario era para premio y el gol de Momo no hubiese dejado en evidencia a Tyton. La crisis de la portería continúa y parece evidente que el polaco sigue sin ser solución. Luego, otro triste error de Sidnei, otro gol de Momo. Y Juanfran, capitán y con tablas, dejando a su equipo con diez para aumentar el drama.
Estilo canario.
En el otro lado de la balanza, Ayestarán. Después de tres derrotas consecutivas y doce goles en contra, necesitaba crédito, y encontró el camino en el estilo que hizo de Las Palmas un equipo deslumbrante. Muchos titulares en el campo, sin ‘nueve’ referencia y el cuidado del balón como principio vital. Así, 0-2 a los 17 minutos, todavía once contra once. Doblete de Momo, un exdeportivista por cierto, y todo resuelto. O así debía ser, porque los canarios demostraron la facilidad que tienen para desconectarse y meterse en problemas en el segundo tiempo. El Depor, con el empuje de Valerde y el olfato de Lucas se metió en el partido y rozó el empate hasta que apareció Calleri para recordarle a Ayestarán que también se puede jugar con ‘nueve’.