Aduriz acude al rescate y deja con vida al Athletic
San Mamés sacó un partido de nervios a base de casta
Athletic siempre tiene a Aduriz, predispuesto a evitar vendavales críticos. En un partido que empezó prometiendo, al final tuvo que tumbar entusiasta Östersund a base de fe. Surgió el ariete donostiarra en una jugada extraída de un club de tiro, por los impactos fallidos, para ganar el partido y mantener la vida europea de su equipo. Además el Hertha se impuso al Zorya y la vida sonríe a este grupo que se quitó una mochila muy pesada.
Las alineaciones eran muy expresivas, daban idea de que casi se trataba de una final, especialmente por parte local. Ziganda reeditó la propuesta del sábado ante el Barça y al inicio encontró parecido perfil de juego. Solo introdujo la clásica rotación en la portería, con Herrerín, más el recuperado Balenziaga en el lateral izquierdo. La responsabilidad extrema le hizo repetir con Núñez, que, de paso, debutó en Europa. En el bando contrario, Potter calcó el once de la ida, en plan amenazante como queriendo impresionar a aquel achicado enemigo de hace 15 días.
El Athletic en realidad no estaba para mirar la camiseta rival sino para palparse las heridas. Tiró la presión arriba, abrió el camino con sus extremos y metió mucho ritmo con espíritu vitalista, estirando el campo para que se cansara el entusiasta Östersund que ha mostrado sus peores registros cuando le han ido a buscar. Al cuarto de hora un Williams activo cedió al corazón del área y Aduriz no llegó de milagro.
Ziganda se ha abonado al talento de Iturraspe. Entre él, los extremos y Raúl trata de forjar cuatro mensajeros de lujo para dar cuartel a Aduriz. Cuatro jugadores para presagiar un fútbol armonioso. Hasta tres cuartos de campo los leones hacían bien los deberes, pero en el pase final y los remates echaban borrones. Raúl García midió mal los pasos y remató fatal de cabeza una ocasión clara. La resolución llegó con un centro de Lekue que golpeó a un rival, el remate fallido de Williams, el golpeo posterior de Raúl al larguero y el tanto de Aduriz de cabeza en el rechace. Pura agonía.
Sin pegada Los leones llegaban bien pero les faltaba el remate final