“Con Nadal, Ferrer... podías ser el 15º y pasar inadvertido”
Pablo Carreño (Gijón, 26 años) es ya el segundo jugador español tras el indiscutible número uno Rafa Nadal. Campeón en Estoril, semifinalista en el US Open e Indian Wells, cuartofinalista en Roland Garros... se ha ganado el respeto: “Es una imagen difícil de construir, pero fácil de destruir”.
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¿Qué capricho se va a dar por acabar 10º del mundo?
—¡Como ha sido un gran año, una fiesta en condiciones sí que me he dado! Son días para estar con la familia, con los amigos… somos personas y hay que celebrarlo.
—Puso el broche en el Masters. ¿Disfrutó?
—Mucho. Jugar ese torneo es algo único. Tuve la suerte de poder debutar y hacer un gran primer partido.
—Por ranking, ya es el segundo jugador español. Sólo tiene por delante a Nadal, número uno. ¿El futuro es de Pablo Carreño?
—Futuro y presente. Cuando estás tan arriba es complicado seguir mejorando. Teniendo a un fuera de serie como Rafa delante, sólo puedes disfrutar y aprender de él.
—¿Qué se puede mejorar?
—Con el saque tengo margen, y a nivel mental quiero ser capaz de competir con todo el mundo, de salir con la confianza necesaria para ganar a cualquiera.
—Después de retirarse Arantxa y Conchita, al tenis femenino le ha costado quitarse la losa de la comparación con ellas. ¿Cree que puede pasar algo así en el masculino cuando se vayan Nadal, Ferrer…?
—Pasará seguro. Ellos, Moyá, Ferrero, Corretja… han protagonizado una época increíble. Siendo 15 del mundo, podías pasar desapercibido en España. Se valorará cuando se retiren y no se ganen uno o dos Grand Slam por año. —Se había fijado como objetivo el top-20 y es top-10. ¿Cuál fue el punto de inflexión?
—Las semifinales de Indian Wells. Tras ellas, en marzo y ya en el top-20, cambiamos el objetivo: top-15. Pero los resultados se dieron bien y acabo décimo. ¡Un año soñado!
—¿La presión pesa mucho?
—Sí, y también es algo que hay que aprender a llevar. El ir de favorito casi cada partido cuesta. Eso es algo que los top dominan a la perfección y que quiero conseguir.
—¿Le miran de otra forma en el vestuario?
—Sí que se nota. La gente habla más de ti, hay jugadores que ya entran a la pista sabiendo que tienen que hacer las cosas muy bien para ganarte. Es una imagen que vas creando con mucha dificultad, pero que es muy fácil de destruir. El reto es mantenerla.
—Cuando uno ya ha hecho semifinales en el US Open y cuartos en Roland Garros, ¿se ve para atacar ya el título en un grande?
—Siempre que vas a un torneo piensas en ganarlo. Las semifinales ya fueron un paso muy grande. Ganar un Grand Slam todavía va a ser difícil… pero voy a seguir intentándolo.
—¿Se acuerda ahora de esa lesión del 2012, de esa hernia discal que estuvo a punto de retirarle?
—Me acuerdo de todo. Del postoperatorio, de las horas de recuperación… Son experiencias límite que curten y que te hacen salir a por todas, con el deseo de aprovechar cada oportunidad por si no hay otra.
—La Davis pinta bien en 2018.
—Sí, porque comenzamos en casa (Marbella, ante Gran Bretaña). Ojalá podamos contar con los mejores… y conmigo, que me hace mucha ilusión.
España
Pablo Carreño “Tras este gran año... una fiesta sí me he dado”