El nuevo Seat Ibiza ruge ya como un León
La evolución de esta quinta generación respecto a la predecesora es tan apreciable que se acerca de forma sorprendente a modelos superiores, como su hermano de marca
La mayoría de los Seat de última generación exhiben no pocas cualidades, pero hay una que destaca por encima del resto: su dinamismo. Un exponente dignísimo de tal realidad es el nuevo Ibiza, que estrena una plataforma con la solvencia propia de coches de segmento superior. Se parece incluso en la estética a su hermano mayor, el exitoso León, pero más reseñable resulta que su comportamiento es el propio de un turismo compacto, de mayores dimensiones y, por tanto, con un teórico aplomo superior.
Este Ibiza mide cuatro metros pero es significativamente más ancho que el anterior (10 centímetros), una característite ca que repercute de forma muy positiva en la forma tan sólida en la que el coche se asienta en la carretera. Ofrece así unas sensaciones y una seguridad gratificantes, a lo que también contribuyen las suspensiones tirando a rígidas (incluso algo secas en ciertas irregularidades) y una dirección con la precisión justa para que el morro apunte sin titubeos hacia donde el conductor desea.
Tampoco defrauda la propuesta de motores tricilíndricos que realiza Seat, como el 1.0 de 115 CV que se posiciona en el rango medio de la gama del nuevo Ibiza. Disfruta de un funcionamiento refinado para un tres cilindros, sin vibraciones ni demasiada rumorosidad, mientras que su potencia es suficiente para viajar a buen ritmo por autovías e igualmen- por carreteras secundarias. En estas últimas, si la orografía o el trazado es exigente, habrá que estar algo más atentos al cambio de seis marchas para que el régimen de uso permita obtener la mejor respuesta en todo momento.
Su faceta urbana queda satisfecha por unas dimensiones adecuadas y por la posibilidad de hacer un uso muy espartano del motor (la electrónica ofrece hasta cuatro posibilidades de utilización), en un entorno en el que su litro de cubicaje influye muy favorablemente en los consumos.
Por lo demás, el acabado
Xcellence se beneficia de un equipamiento bastante completo, mientras que la calidad general del habitáculo está en la línea del sello inconfundible del Grupo Volkswagen.