AS (Aragon)

Sobre el orgullo de los campeones

- FRÉDÉRIC HERMEL ■ M. R. / ABU DHABI

La magnífica victoria del Madrid el pasado sábado ante el Sevilla no es ninguna casualidad. El club más grande de la historia del fútbol reacciona igual que un animal salvaje que huele la sangre de sus presas. En su caso, los merengues huelen los trofeos y, el pasado fin de semana, ya les venía a la nariz el olor del Mundial de Clubes y esa posibilida­d de llevar un año más en el pecho el escudo de “campeón del mundo”. Se estaban poniendo a punto con la idea de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Y así será hoy para la semifinal y el sábado para la final. Sin embargo, a este reflejo histórico que hace que el Madrid sabe llegar mejor que nadie a sus citas importante­s hay que añadir la influencia del contexto.

Para explicarme las claves del éxito frente al Sevilla, una persona muy cercana al cuerpo técnico me dijo el domingo: “Acabamos de ver lo que es el orgullo de los campeones. Los jugadores estaban ya muy cansados de escuchar, sobre todo en los últimos dos meses, tantas críticas injustas y tantos reproches. Querían dar un golpe en la mesa. Y así ha sido”. Ahora entendemos por qué Zinedine Zidane afirmaba no estar preocupado cuando los resultados no acompañaba­n las ambiciones. Conoce como nadie a sus chicos y sabía que esta reacción de orgullo iba a llegar muy pronto. Para quedarse. ➥

¿Cómo motiva a sus jugadores para un partido como éste?

—No necesitamo­s motivar a nuestro equipo, y menos a los jóvenes. Los jóvenes juegan a la PlayStatio­n en el autobús cuando vamos a los partidos fuera de casa y muchos de ellos escogen al Madrid, por lo que conocen a todos los jugadores. Es gracioso y bueno. Para ellos, es probableme­nte una situación que les cambie la vida. En términos de motivación, están muy motivados. Espero que no estén muy nerviosos, pero creo que van a estar bien. Estamos acostumbra­dos a ver la Liga, la Premier, la Bundesliga... y van a tener a Cristiano, que ha ganado cinco Balones de Oro, en el túnel de acceso al campo para enfrentars­e a él.

—¿Cree que pueden ganar al Madrid?

—Soñar está bien, pero no debes volverte estúpido. Tienes que ser realista. Y, si eres realista, las posibilida­des de poder ganar no son realmente grandes. La diferencia en calidad es demasiado grande. Pero mi equipo luchará, como lo hicieron antes. Lucharán hasta el final.

—Para usted, quién es mejor: ¿Cristiano o Messi?

—Son como dos Rolls Royce. Uno es rojo, el otro es azul. A mucha gente le gusta el rojo, y a otra mucha, el azul.

—¿Cómo puede parar al Real Madrid?

—Necesitamo­s tres autobuses. Tal vez Mourinho pueda venir y meter dos autobuses más enfrente de nuestra portería...

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