Abelardo va lanzado y deja a Míchel cerca del despido
A la espera del Depor, el Alavés durmió fuera de descenso
EI duelo de necesitados en Mendizorroza se resolvió en favor del equipo que ha iniciado una remontada espectacular. “Nos hemos metido otra vez en la pelea”, celebraba Abelardo, el hombre que ha dado forma a un milagro en Vitoria. Sobre 12 puntos ha sumado ya nueve, más que entre todos los otros tres técnicos que le precedieron (6). A la espera de que juegue mañana el Depor, su equipo duerme fuera de zona descenso. Ante un Málaga herido, los del Pitu tuvieron más presencia ofensiva.
Los babazorros se merecieron la victoria por su empeño. No se puede hablar del Gordo pero sí de la pedrea. El Málaga, sin embargo, no se llevó de la capital alavesa ni siquiera el reintegro. La primera parte se jugó de poder a poder. El Alavés llevaba la iniciativa pero no remataba la faena en los últimos metros. Roberto sacó dos remates a Munir en los minutos 10 y 13. Los vitorianos cargaban continuamente por la izquierda con las combinaciones de Pedraza y Burgui hasta que Martín reclamó su dosis de protagonismo corriendo por la derecha y sacando buenos centros.
Pero el Málaga no estaba dormido, ni mucho menos. Serio en defensa, trabajador en la media y con Ontiveros, Peñaranda, Chory y Rolan muy activos. Inquietaron pero apenas lanzaron a la puerta contraria. Recio, de falta directa, e Ibai, con un libre directo, pusieron el punto y final a la primera mitad.
El Alavés salió a morder en la segunda parte y el Málaga reculó. Fue cuando Munir falló ocasiones increíbles, especialmente una a puerta vacía que envió al travesaño. También una vaselina por encima de Roberto que se marchó fuera por poco. En el 60’, cuando por fin acertó, se marchó a la grada de las peñas y pidió perdón con las dos palmas de las manos a la vez que celebraba el gol. El 1-0 espoleó al Málaga que lo intentó de casi todas las maneras: faltas, córners, combinaciones, disparos lejanos... pero los vitorianos supieron defenderse bien. Míchel tiene muy difícil comer el turrón en el Málaga.
Munir
Falló mucho pero de tanto intentarlo acabó marcando