Regresó el idóneo del cholismo
Me gustó la decisión de Simeone de sacar de inicio a Diego Costa. Para qué esperar, si el delantero anda físicamente bien y conoce los automatismos del cholismo de memoria. Seguramente más tiempo le costará a Vitolo, porque no son lo mismo los movimientos de un punta a los de un centrocampista. Y más en este Atlético donde prima la concentración y la paciencia para jugar en el puesto de medio. Ver a Diego de nuevo es trasladarte a 2014 y que no haya pasado el tiempo. Desmarques en profundidad, prolongaciones, incomodar la salida del rival, dar oxígeno al cuarteto defensivo aguantando la pelota... Sigue siendo una demostración de que Costa vino a este mundo para ser dirigido por el Cholo. Sólo habían transcurrido diez minutos ante el Getafe y ya había sacado el catálogo de virtudes que hacen de él ser ‘el idóneo.’ Su presencia contagia entusiasmo a los compañeros y a la grada. El internacional es un tipo que genera energía con su energía y con su implicación en cada lance del juego.
Yel gol de Correa fue la demostración de que Griezmann es único para jugar entre líneas, controles orientados, pausa y tocar en el momento oportuno. Me ilusiona que se pueda convencer al francés de cara al futuro con Diego Costa y algunas incorporaciones para que siga con nosotros. Costa cuajó un partidazo con un gol parecido al de Lleida, con movimientos que confundieron al central rematando de primera. Su lunar fue la justa expulsión (por reglamento) que para mí fue disculpable, porque en momentos de euforia tras meses sin jugar es normal que lo olvidase. En la justa victoria la gran noticia fue la vuelta de ‘el idóneo.’