El Leganés recibe a una Real gripada pero dañina
Bajas importantes: Amrabat, Szymanowski, Januzaj...
Pasados los Reyes Magos, llega a Butarque otro sortilegio. El embrujo de la admiración. Su hechizo es duradero. Permanece, aunque el tiempo invite a pensar que sus efectos deberían haberse esfumado. No es el caso. Ya ha pasado más de un año desde que la Real compitiera por primera vez en Leganés. Entonces los txuri-urdin vencieron y abrumaron con su juego. Suele decir Garitano que, junto al Atlético, aquella Real de Eusebio ha sido el mejor contrario que ha visto en su casa. El viernes, Asier repitió piropo. Y no es un farol.
El impacto que causó aquella derrota aún genera respeto en el de Bergara. Poco le importa la mala racha de los guipuzcoanos, gripados lejos de Anoeta con cuatro encuentros ligueros consecutivos sin vencer. Dos empates y dos derrotas allende Donosti deberían ser argumento suficiente para desmitificar al enemigo. También dice la estadística que el Lega está lanzado como local. En sus últimos cinco partidos oficiales en casa sólo ha perdido contra el Barça. Obviando aquella derrota, sus números son envidiables: cuatro partidos, cuatro victorias, seis goles a favor y sólo uno en contra.
Pero ni por ésas Garitano se fía. Influye que los suyos llegan con el descanso justo (apenas 48 horas) tras ganar al Villarreal en Copa mientras que la Real compitió por última vez el 20 de diciembre. Eusebio contará con la baja relevante de Januzaj. Pardo, en la agenda pepinera, ha vuelto a ser descartado. En los locales, los KO de Amrabat y Szymanowski forzarán a reconvertir a Gabriel en interior zurdo, posición anómala como anómalo será ver al Lega vistiendo en su hogar de verde. Lo hará a petición de la Real por el lío de Qbao, su patrocinador.