Llega el calor al vivac de Perú entre campeones

■ No ha habido periodo de adaptación: primera etapa y el campamento del Dakar entra de lleno en el desierto seco de arena blanda conforme la caravana se acerca al sur de Perú. Se acabaron las comodidades de la capital: wifi, servicios de transporte o amplias habitaciones de hotel. Y empieza la aventura…

También se acaban otras comodidades periodísticas, porque los pilotos pueden seguir siendo accesibles, pero su gesto en el vivac después de kilómetros de calor y dunas se parece poco a las caras de ilusión en las verificaciones. Aún era ese el escenario cuando Sebastien Loeb se encontró con As para hacer balance de dos dakares pasados y uno presente. El francés fue amable y abierto, quizás a la primera entrevista del año siempre se llega con mejor predisposición.

El piloto más laureado de la historia de los rallys, con nueve mundiales y 78 triunfos, puede despedirse del raid más duro con un amargo subcampeonato. Regresará a los tramos

con el Citroën C3 WRC en México, Córcega y España y seguirá feliz en el rallycross con

Peugeot. Dice que le gusta esa competición (que será eléctrica en 2020), pero también le atrae el entorno del campeonato. En ese sentido, quizás no eche de menos el entorno polvoriento, seco, inhóspito y exigente del Dakar.