Doom VFR, un clásico que se apunta a la realidad virtual
El shooter más famoso se adapta a los nuevos tiempos
Doom pasa por ser, para una gran mayoría, el shooter más famoso e influyente de la historia de los videojueos y que haya sido el primero de los grandes en dar el paso a la realidad virtual indica la importancia que para las grandes compañías tiene esta tecnología que, después de un año, empieza a mostrar títulos más que interesantes.
El juego está basado en la última entrega de la saga, que salió allá por 2016, y ofrece acción frenética dentro de una instalación en Marte que ha sido invadida por una horda de demonios.
Varios tipos de control.
Doom VFR puede jugarse con el mando normal de la PS4, con el Move o con el VR Aim
Controller (una especie de pistola para la PS VR), cada una de las opciones presenta pros y contras, pero la experiencia más satisfactoria y realista es la que proporciona el Aim Controller. Una mano dirige el arma y la otra porta las granadas.
Mejores gráficos de PS
VR. Doom VFR puede presumir de poseer uno de los apartados visuales más destacados de un juego para PS VR: explosiones, escenarios, demonios... Todo ha sido creado con el mismo grado de detalle que el de un juego normal. La sensación de estar ahí dentro está muy bien conseguida, con giros de cámara de 30 en 30º que permiten un control total del espacio de batalla; aunque también existe la posibilidad de girar 180ª de golpe. Además las múltiples opciones de configuración gráfica anulan la sensación de mareo que se da en algunos de estos juegos.
Sin respiro. Completar la aventura va a llevar unas cuatro intensas horas, no exentas de sustos, y con un ritmo de juego frenético en el que se agradece cualquier pausa.