Creo que el Madrid está a punto de afrontar una reestructuración radical de plantilla”
—No tengo esa sensación. Rivalidad siempre hubo. Los aficionados centraron sus críticas en Pedja. Siempre fui comprensivo. Quedaban dos meses y no iba a decir que se iba, pero pudo hacerlo diferente...
—¿En el vestuario lo sabían?
—Que va. Pedja era buen compañero, pero muy discreto.
—¿Y usted tuvo ofertas?
—Tuve propuestas, pero el Valencia nunca quiso escucharlas. Sí hubo una vez que pude salir... al Real Madrid de hecho.
—¿Cuándo?
—Tras ser subcampeones. Yo acababa contrato. El Madrid me ofreció tres años... Quizás ahí cometí el error de no irme.
—¿Error por qué?
—Por cómo se desarrollaron mis últimos dos años. Renové porque Luis (Aragonés) me quería. Pero a los pocos meses dimitió tras un partido contra el Besiktas, en el que además me lesioné. Llegó Valdano y luego Ranieri y pasé al olvido. No sé si fue valor u osadía decir ‘no’ a una oferta como la que tuve, pero yo siempre quise ser jugador de un solo club y quería ganar un título con el Valencia. Y fíjate, desde entonces siempre me echan en cara que ese Valencia no ganó nada. ¡Cómo ha cambiado el fútbol!
—¿Por qué lo dice?
—Ese Valencia hubiera jugado 6 o 7 veces la Champions. Pero ser cuarto era un “sí, bueno, Uefa”. Ahora se renueva a entrenadores por ser cuartos.
—¿Le sorprende el Valencia?
—El primer tercio de Liga, sensacional. Se hizo una buena elección de plantilla y de técnico. Ahora ha bajado el nivel de juego, pero tiene colchón. Aún no veo al Valencia de Marcelino. Encaja muchos goles.
—¿Y qué dice del Madrid?
—Creo que está apunto de afrontar una reestructuración radical y profunda de plantilla. ¿Zidane? Sería una salvajada cargárselo.