Pombo le da otro triunfo fundamental al Zaragoza
Se debió ganar por goleada y se acabó pidiendo la hora
Afalta de los goles de Borja Iglesias, buenos o, mejor dicho, buenísimos son los de Jorge Pombo. El canterano, otra vez protagonista principal, firmó un triunfo vital para el Real Zaragoza, un triunfo que le aleja del peligro. El equipo aragonés no supo cerrar el duelo y sufrió hasta el final de un largo descuento, pero la victoria, la segunda consecutiva en La Romareda, le saca otra vez de problemas mayores. Todo lo contrario que el Córdoba, que sigue ardiendo en la antepenúltima plaza.
El conjunto andaluz salió sin complejos, apretando arriba al Zaragoza y apurando a su portero con un par de tiros libres de Javi Lara. Pero todo se torció para el equipo andaluz pasado el primer cuarto de hora. Se lesionó Edu Ramos en la rodilla en la disputa de un balón con Benito y, casi de inmediato, Pombo, el nuevo abrelatas del Zaragoza, aprovechó una alocada salida de Kieszek para mandar a la jaula desde fuera del área un gran envío de Zapater.
El Real Zaragoza no anda precisamente sobrado de gol y Jorge Pombo está resultando providencial en los últimos partidos en La Romareda. Ya solucionó la visita del Tenerife y anoche abrió la cuenta frente al Córdoba y hasta sirvió la jugada que propició el penalti que Kieszek le detuvo a Borja Iglesias en el minuto 36. Pudo ser la sentencia, pero ahora mismo Borja está negado hasta desde el punto de penalti. Ha fallado sus dos últimos lanzamientos y no abandona su sequía. Todo lo contrario que Pombo, al que el gol le dio alas y cerró la primera parte con un impresionante disparo que detuvo el polaco Kieszek con muchos apuros.
El Zaragoza le metió una marcha más a su fútbol tras el descanso y puso en continuas dificultades al Córdoba, obligado a asumir más riesgos en busca del empate. Eguaras y, sobre todo, Febas elevaron su participación y el equipo aragonés se hizo más preciso y vertical en sus contragolpes. Zapater, tan activo como desacertado en la banda izquierda, pudo cerrar el partido en el minuto 59, pero otra vez Kieszek resultó providencial para mantener abierto el duelo.
A veinte minutos del final, Jorge Romero se jugó la baza de Markovic en un intento por liberar al goleador Sergi Guardiola de la estrecha vigilancia de Grippo y Verdasca. Una maniobra a la que respondió Natxo González con el debut de Jesús Alfaro, su único refuerzo invernal. Se marchó Javi Ros, Febas pasó a ocupar el lado derecho del rombo y Jesús Alfaro quedó como enganche por detrás de Pombo y de Borja Iglesias.
Y para poner más picante en la pelea, y todo el morbo familiar del mundo, tres minutos después del estreno de Jesús Alfaro saltó al campo su hermano Alejandro, mediapunta del Córdoba. Y acto seguido el mayor de los Alfaro tuvo el empate en sus botas tras un claro penalti de Lasure a Jovanovic. Pero si el polaco Kieszek le había amargado la noche a Borja Iglesias, Cristian Álvarez hizo lo propio con Alejandro Alfaro al detener su lanzamiento desde los once metros, una acción que provocó una explosión de júbilo de La Romareda.
Ahí se le fue al Córdoba la gran ocasión de acabar con su desastrosa racha a domicilio. Y ahí se le abrió al Zaragoza un nuevo camino hacia la tranquilidad.