Una victoria para soñar

El 1-0 ante el Valencia hace que el Atlético le recorte dos puntos al Barcelona. Son todavía nueve de distancia, pero queda mucho por jugar. El golazo de Correa relanza la ilusión.

A soñar. El Atlético se impuso al Valencia en un partido competido, duro, de esos que dejan pocos amigos. Y bien jugado por el equipo madrileño, que dominó lo que conocemos como los tiempos del encuentro. El 1-0 le da al Atleti tres puntos de oro y hace que recorte dos con el Barcelona en la lucha por el título. El conjunto azulgrana está a nueve puntos, son muchos, pero menos que antes de disputarse esta jornada. La victoria le permite al equipo del Cholo seguir soñando con LaLiga. Un triunfo de prestigio, dejando otra vez la portería a cero. El Valencia se defendió bien, pero no tiró a la portería de Oblak.

Sufrimiento. El Atleti sufrió, luchó, peleó, compitió y en algunas fases jugó bien. No es sencillo jugar ante el Valencia de Marcelino, el técnico que Simeone elegiría para irse a tomar unas cervezas. El Valencia dejó buena impronta en el Wanda Metropolitano, pero el Atlético mostró su cara de equipo competitivo que ha sido siempre. El Atlético no había podido ni con Barcelona ni con Villarreal ni con Real Madrid en el feudo rojiblanco. De los primeros sólo había ganado al Sevilla. Por fin ganó a uno de los grandes.

Correa. Marcó un golazo, uno de esos tantos que no te cansan de ver repetidos por la televisión. El argentino lleva seis goles en LaLiga. Es un jugador diferente, distinto, con calidad, de los que hacen daño a los defensas. A veces se precipita en las jugadas, pero lo intenta una y otra vez. Y al final le sale. Correa ya es el segundo goleador del equipo en la competición liguera. Su gol permite soñar al Atleti.

Valientes. El día en Madrid fue crudo, duro, invernal a más no poder. El frío y la nieve no invitaban a acudir al Wanda Metropolitano, pero 49.596 valientes fueron al estadio y apoyaron a su equipo. El encuentro lo merecía, pues jugaban segundo contra tercero. Ahora que hay tanta gente que opina desde el sillón, sin moverse de casa, sin hacer nada por nadie, es justo reconocer a todos aquellos que, en días tan complicados climatológicamente, lo dejan todo por animar a su equipo. Me escribieron mis amigos de la peña de Lorca para decirme que en ese trayecto de casi 500 kilómetros a la capital de España se encontraron mucha nieve. Pero a más dificultades, más apoyo. Los miembros de la peña de Lorca comieron con Radomir Antic, repasaron viejas vivencias y luego fueron al fútbol. Y vuelta a casa. Sí, señor. Mis reconocimientos. Y así seguro que otras peñas. Si hay algo que nunca falla en el Atleti es su gente, su afición.

Contratiempos. El Atlético tuvo que sobreponerse a varios contratiempos, pues no es algo lógico que se lesionen los dos centrales titulares en el mismo partido. Pero Savic y Godín tuvieron que dejar el terreno de juego antes de tiempo y eso seguro que condicionó el planteamiento de Simeone. Habrá que ver el tiempo de sus lesiones. El Atlético se queda un poco cojo detrás, aunque Filipe Luis ya está para volver.

Entrega. La afición coreó a Griezmann, a Koke, a Carrasco. Con el francés parece que ha vuelto el idilio después de un tiempo complicado. Griezmann se molestó al final del choque con la afición en una contra que parecía clara a favor del Atlético. Pero el fútbol es esto, estados de ánimo y a Griezmann se le vuelve a ver inspirado, con chispa, implicado, con ganas... Koke también recibió aplausos, igual que Carrasco cuando fue cambiado. La afición vuelve a estar con ellos. Y hubo un bonito detalle con Moyá, coreado desde el fondo sur. El Atlético gana, la gente está con su equipo y aún hay Liga. El frío no impidió que la noche acabara bien para el Atleti.