La filosofía del partido a partido
El Zaragoza salió de pobre frente al Lugo y ahora aspira a seguir creciendo como equipo; es decir, a elevar cada vez más su rendimiento colectivo y ha sumar las mayores aportaciones individuales a la causa. La victoria del domingo, la tercera consecutiva en La Romareda, le ha permitido auparse hasta la undécima posición y aumentar a cinco puntos la distancia con el descenso, un margen de seguridad que le va a quitar responsabilidad y urgencias al grupo en un momento muy importante de la temporada, donde la dificultad crece partido a partido. En sus cálculos privados, Natxo González esperaba que este momento hubiera llegado antes y que no se hubieran perdido tantos puntos por el camino, pero después del bochorno de
Alcorcón el equipo dejó una actuación convincente frente al Lugo, y al técnico se le vio liberado y satisfecho a la vez. "Dimos sensación de equipo y generamos muchas ocasiones", resumió el entrenador.
En Segunda, al Zaragoza siempre se le va a mirar con un espíritu crítico y se le va a pedir más de lo que puede dar, porque ese es el peaje de su grandeza, pero el aficionado también está esperando cualquier signo positivo para agarrarse a él con ganas y empujar todo lo posible. Pese a ser el segundo mejor equipo en la segunda vuelta, el Zaragoza está muy lejos de sus planes iniciales y haría muy mal ahora en rescatar el objetivo del playoff. Su mirada no debe ir más allá del próximo partido, sin volver a caer jamás en deserciones y peleando cada balón como si fuera el último. Así el apoyo de su gente lo tendrá más que garantizado.