Demasiado Mata para un líder que cayó con honor
Los oscenses jugaron con 10 toda la segunda parte
El Real Valladolid se llevó un partido emocionante que tuvo de todo y se decidió en los últimos minutos tras una exhibición, una más de Mata, y con un líder que pese a jugar medio encuentro con uno menos no se rindió nunca. La expulsión de Chimy no decidió el encuentro. Más bien al contrario, el Huesca jugó 35 minutos muy bien, pudo ganar e hizo honor a su condición de líder pese a la siete bajas.
Jaime Mata brilló en la primera parte completando el buen trabajo de todo el equipo blanquivioleta. El máximo goleador de Segunda aprovechó la primera que tuvo. Hervías entró bien por la derecha, le dio el pase a Antoñito que remontó la línea de fondo, con caño incluido a uno de los defensas, y puso el balón atrás donde el forcejeo entre Pulido y Mata se lo llevó el punta que batió a Remiro. No pararon ahí los blanquivioletas, Gianniotas entró por la izquierda y puso un balón atrás que no pudo rematar el nueve local. 20 minutos tardó el Huesca en asomarse a la portería de Masip. Alex González lo intentó desde lejos y el balón se fue fuera, como le ocurrió a Chimy. Sólo Ferreiro hizo trabajar al meta local antes del segundo tanto de Mata. Kiko Olivas se aventuró desde su área y puso un balón largo sobre la espalda de Jair, donde llegó el máximo realizador para batir como un killer auténtico a Remiro. El Valladolid volvía a tener una efectividad extrema y encarrilaba el partido. Más cuando en el último minuto Chimy se autoexpulsó. El argentino sufrió un par de faltas no pitadas y pidió una tercera. Calero le recriminó la acción y el oscense le metió la cabeza en la barbilla al central, que se fue al suelo. Pizarro Gómez le expulsó a instancias del línea.
Empata el Huesca.
En la segunda parte, el Huesca tuvo la personalidad de querer buscar la portería contraria y encontrarla. Luso cabeceó solo, pero fuera. Los de Rubi empezaron a buscar a Gallar, a Melero como el mejor camino para alcanzar el área local. Moi probó desde lejos a Masip, Melero desde cerca, de cabeza, pero el que acertó fue Luso. Disparó desde 30 metros, el esférico rebotó en Calero y entró. Los cambios del Valladolid parecieron revitalizarlo. Se acercó a la portería de Remiro, pero sin peligro. Tampoco tenía miga un centro de Melero que golpeó en el brazo de Olivas. El trencilla no se lo pensó y señaló un penalti que transformó Melero. Los blanquivioletas se fueron a por la victoria. Plano, brillante desde el banquillo, se encontró con Remiro, antes del gol de la victoria local. Moyano colgó el esférico sobre el pecho de Mata que, de espaldas, le dio una asistencia maravillosa, por encima de los centrales, a Plano para que fusilara al portero oscense y corroborara la buena racha pucelana en casa, mientras el Huesca, líder, pierde después de 10 jornadas.