El Getafe deja aún más sentenciado a Eusebio
Ambiente irrespirable, pañolada y gritos de ‘Loren, vete ya’
EI Getafe y su fútbol práctico, la tela de araña bien montada por Bordalás, se impusieron en Anoeta tras una notable segunda parte ante una Real que fue de más a menos y que acabó ofuscada, sin saber cómo jugar para buscar el empate al final del partido. De nuevo, los realistas se vieron remontados, y ya es la sexta vez esta temporada. Y cuando eso pasa se quedan sin ideas. El Getafe sí que tuvo clarividencia, la plasmó Ángel con un golazo que vale una permanencia. Eso encendió a Anoeta un ambiente irrespirable, con pañolada y cánticos contra el director deportivo, Loren.
Antes, en la primera parte, la Real salió muy fuerte en busca de ese triunfo que le sirviera para reconciliarse con su afición. Nada más poner el balón en juego, Oyarzabal ya tuvo la primera ocasión, pero Guaita le sacó su disparo cruzado tras un galopada por la izquierda. Era el preámbulo de lo que iba a ser el primer acto, con una Real llevando el peso y un Getafe esperando para salir a la contra.
Ese dominio, sin control del juego, permitía a la Real acumular méritos para adelantarse, especialmente por un enchufado Willian José, que quería demostrar que su convocatoria con Brasil es justa. Primero avisó con un zapatazo desde la frontal que estrelló en la cepa del poste derecho de Guaita. Y luego ya pegó fuerte con un remate de cabeza inapelable tras un gran centro desde la derecha de Zubeldia. Era llevar la justicia al marcador, pero la Real no tenía el control del partido, y cada vez que el Getafe salía a la contra, creaba peligro. Y de una de esos contragolpes llegó el córner del gol del empate del Getafe, en su primera oportunidad, un remate de cabeza fantástico de Djené que dejaba más frío Anoeta. Luego remachó Ángel con un eslalon portentoso y zapatazo final. Lleva 12. La gente cuenta los días que le quedan a Eusebio en el banquillo. Gustan Javi Gracia y Óscar García Junyent.
Ángel Metió un golazo y lleva doce, un tercio del total de los azulones