Chino firmó el milagro en el último segundo
Remontada de un Jaén que perdía a falta de 1:06
Yde repente el WiZink Center estalló. El Jaén, apoyado por miles de aficionados en las gradas (buena parte de los más de 12.000 que asistieron), había logrado lo que parecía imposible: remontar un encuentro que perdía 1-2 a falta de poco más de un minuto para el final. Chino, el héroe jiennense, marcó dos tantos en 1:06, el último, cuando apenas quedaban décimas para que sonara la bocina. La cruz fue para un Zaragoza que había sido mejor durante los 39 minutos anteriores, pero que esta vez no le sonrió la suerte. Así es la Copa y así es este deporte.
Porque la realidad es que ese final de infarto, esa locura que se vivió en ese minuto, tapó el gran partido que había realizado el equipo aragonés. Es verdad que el Jaén se había adelantado con el primero de los tres goles de
PChino, pero el Zaragoza, que parecía que llegaba agotado a estas semifinales, reaccionó. En tres minutos magníficos le dio la vuelta al partido, con goles de Adri Ortego y Nano Modrego. Fueron momentos en los que los aragoneses estaban hasta más cómodos ante un Jaén sin ideas.
Y esa inercia continuó en la segunda mitad. El Jaén era el que tenía prisa, pero su precipitación hacía que las ocasiones claras fueran de Zaragoza, que pudo matar el partido en cualquier momento. Sólo en los últimos minutos, con los andaluces atacando ya con Campoy de portero-jugador, se vio encerrado. Adrián, el meta de 18 años que brilló ante el Barça, seguía a un altísimo nivel. Parecía imbatible... hasta que pasó lo impensable. A 1:06, Chino empataba por la escuadra.
Una igualada que ya no frenó al Jaén. “Seguimos atacando con portero-jugador porque ya no nos valía ir a los penaltis aunque los habíamos ensayado. Quisimos ser nosotros mismos, hay que obedecer a la intuición”, reveló luego el técnico Dani Rodríguez. Y fruto de esa valentía, llegó el tercer tanto. Y la fiesta en un WiZink Center tomado por jiennenses.