Ya tiene el gol de Hugo
Se elevó 2,23 metros a seis días de los 30 años de la chilena del mexicano Buffon: “Es equiparable a Pelé, Maradona y Messi”
Era el gol que le faltaba y se inmortalizó a lo grande: en la Champions, en Turín y ante una leyenda viva, Buffon. Cristiano perseguía el recurso más complicado, la chilena. Un golpeo que esculpió en la memoria del madridismo Hugo Sánchez
contra el Logroñés...
Como si la numerología hubiera jugado algún papel, dentro de seis días se cumplirán 30 años de aquel tanto del mexicano. Cristiano se adelantó con su propio homenaje tras conectar con la pelota a 2,23 metros sobre el césped. Buffon, víctima y caballero, acudió al panteón del balompié: “Cristiano es equiparable a Pelé, Maradona y Messi”. Zidane le dio la razón: “Hay que quitarse el sombrero”. De hecho, la prensa italiana lo comparó con la chilena de O Rei... a los nazis en el film Evasión o Victoria.
Cristiano viene amagando con ese gol desde que llegó en 2009 al Madrid. En enero de 2014 consiguió casi una réplica perfecta ante el Granada en Liga, pero Roberto se lo negó con un paradón. Esta misma temporada, el 31 de agosto, lo bocetó con su tanto a Islas Feroe, pero el impacto fue más escorado, más bien tijera. Pero, como si un sexto sentido le hubiera advertido, hay una imagen premonitoria del astro ensayando una chilena en el Juventus Stadium en el entrenamiento del pasado lunes...
La capacidad voladora de Cristiano parece desafiar las leyes de la física. El siete, en 2013 contra el Manchester y en octavos de final, se elevó 2,93 metros para superar a Evra y batir a De Gea con un cabezazo de póster. “Generó una fuerza de 5g (cinco veces su peso corporal) para subir tanto”, explicó un profesor en Biomecánica de la Universidad de Chichester (Inglaterra). Su salto (78 centímetros) fue siete centímetros mayor que el promedio de los jugadores de la NBA. El propio Lebron James colgaba anoche una imagen del gol a la Juve en su Instagram. “¿Os habéis divertido? Cristiano, eso (la chilena) es injusto... Eres malo”, bromeó.
La acrobacia generó una cascada de elogios, entre la incredulidad (“Salta más de espaldas que De Sciglio de cabeza”, decían en la retransmisión británica de beIN Sports) y las definiciones pintorescas. Como la del bianconero Barzagli: “Fue casi de Playstation”. Si Hugo confesó que tras aquel gol en 1988 hasta Brito Arceo, el árbitro, le dio las gracias “por ser testigo del mejor gol del mundo”, sólo queda saber qué pensará de lo de ayer el turco Çakir...